Como el clima de Quito: impredecible. Así se ha tornado el juego del conjunto criollo durante este año.
Hasta antes del partido frente al Barcelona, El Nacional del técnico Sixto Vizuete sumaba cinco fechas sin obtener una victoria.
Pero ayer se despertó y terminó la sequía de goles, eso, tras vencer al Barcelona por 2-1.
Ese triunfo le significa al equipo militar un respiro para enfriar la molestia de los jugadores, cuerpo técnico y directivos por los malos resultados.
Al menos así lo creen Vizuete y sus pupilos. Uno de ellos es Marcos Caicedo, el autor del segundo tanto con el que El Nacional envió al Barcelona al quinto casillero de la tabla de posiciones.
“Es importante para levantar el ánimo”, afirmó Caicedo, después de festejar con la hinchada y salir huyendo de la cancha del estadio Olímpico Atahualpa por el gas lacrimógeno, que según miembros de la Policía Nacional, fue arrojado por hinchas del club local.
La victoria frente al club torero, que descontó en el tiempo adicional a través de Máximo Banguera, por la vía penal, también les permite continuar con el sueño de escalar posiciones y alcanzar un cupo para actuar en un certamen internacional.
Actualmente, los criollos se ubican en el octavo casillero, pero si al final del torneo logran situarse en el quinto o sexto lugar de la tabla acumulada pelearán por un boleto para participar en la Copa Sudamericana del 2013.
Con el objetivo claro, el técnico Vizuete y sus dirigidos trabajarán esta semana pensando en Deportivo Cuenca. Hoy descansarán, ya que el partido frente al Barcelona fue “bastante” desgastante.
Eso lo reconocieron Ricardo López y Édison Preciado al final del encuentro. Este último fue quien arrojó el primer baldazo de agua fría a los hinchas canarios que vistieron de amarillo al Atahualpa, al marcar el primer tanto en el arco custodiado por Banguera.
Preciado anotó al minuto 58, y lo hizo después de 56 días. Según las estadísticas, el último tanto de este delantero data del 28 de julio cuando le marcó a Emelec.
Tras reencontrarse con el gol, el delantero de 26 años festejó con sus colegas en el centro de la cancha. El abrazo fue más largo con Marcos Caicedo, que cobró el córner. Después, Preciado se dirigió a la localidad general sur para gritar “gooool” con la hinchada roja.
Caicedo hizo lo mismo con Flavio Caicedo, que desbordó por la derecha y centró para que él dejara paralizado a Banguera.
La emoción por los goles marcados también se trasladó a la banca de suplentes y al área técnica.
En ese lugar, Vizuete se limitó a elevar sus brazos, ya que ningún jugador se le acercó para compartir la felicidad.
Es más, Preciado admitió que le tomó por sorpresa la decisión del técnico de incluirlo en la nómina titular ya que “no estaba siendo tomado en cuenta”.
En realidad, pasaron 25 días antes de que Preciado volviera a jugar con la casaca criolla.
Marwin Pita tampoco se despidió de su DT después de salir de la cancha, al ser sustituido por Dennis Quiñónez. En el área técnica, uno de los mejores jugadores del partido, solo se abrazó con el preparador físico.
A pesar de ello, Vizuete salió airoso del Atahualpa, ya que además de lograr la victoria, El Nacional se ratifica como el único club que le ha ganado al equipo canario en Guayaquil y en Quito durante esta temporada.
La base del éxito de El Nacional en este encuentro consistió en los cambios que realizó el DT, sobre todo , por la incorporación de Hugo Vélez. Pero también por la falta de puntería de los delanteros del Barcelona y la poca comunicación entre Damián Díaz y Holger Matamoros.
La falta de pulso se evidenció en el mano a mano con Bonard García que desperdició Narciso Mina, al minuto 11. Por eso, Banguera se decidió en cobrar el penal.