El delantero brasileño del Paris Saint-Germain Neymar (C) lucha por el balón con el centrocampista austriaco del Leipzig Marcel Sabitzer (L) y el defensor francés del Leipzig Dayot Upamecano durante la semifinal de la Liga de Campeones de la UEFA. AFP
El París Saint-Germain alcanzó por primera vez en sus cincuenta años de historia la final de la Liga de Campeones, tras superar por un contundente 3-0 al RB Leipzig alemán, este martes en Lisboa, en la primera semifinal del máximo torneo europeo.
El brasileño Marquinhos (minuto 13) , el argentino Ángel Di María (42) y el español Juan Bernat (56) firmaron los tantos parisinos. Di María fue además el autor de la asistencia en los goles de sus compañeros.
El PSG se enfrentará en la final del domingo en el estadio da Luz de la capital portuguesa con el ganador de la segunda semifinal, otro duelo franco-alemán, que tendrá lugar el miércoles entre Lyon y Bayern Múnich.
La temporada está siendo histórica para el equipo de París, que en las competiciones francesas hizo pleno de cuatro títulos (Ligue 1, Copa de Francia, Copa de la Liga francesa y Supercopa nacional) .
Hacía veinticinco años que el PSG no jugaba una semifinal del máximo torneo europeo y entonces le cerró el paso a la final el Milan. Esta vez rompió el límite de la penúltima ronda y está ya a un único paso de levantar la ‘Orejona’, la gran obsesión de sus propietarios cataríes.
Tras el sufrimiento de cuartos ante el Atalanta (2-1) , en el que el PSG tuvo que remontar con dos goles en el descuento, el duelo de semifinales fue mucho más tranquilo.
El atacante Kylian Mbappé, que jugó la última media hora ante los italianos, fue titular por primera vez tras su lesión de tobillo de finales del pasado mes y Di María, ausente en cuartos por suspensión, regresó al equipo de la mejor manera con su gol y sus dos asistencias.
El español Sergio Rico, sustituto del costarricense Keylor Navas, lesionado, mantuvo además su arco imbatido. Por su parte, el RB Leipzig, verdugo en octavos del vigente subcampeón europeo Tottenham y en cuartos del Atlético de Madrid, despierta de su sueño. Le quedará el consuelo de haber vivido la mejor temporada europea de sus apenas once años de vida.