Un gol que parecía legítimo fue anulado debido a que el sistema VAR detectó un mano. Aquello ha desatado toda una polémica en la Copa Libertadores.
Ocurrió en el partido entre River Plate y Vélez Sarfield, del 6 de julio del 2022. River debía ganar por un gol de diferencia sobre sus oponentes para forzar los penales que le permitan llegar hasta los cuartos de final de la Libertadores.
Cuando anotó su tanto al minuto 78 del encuentro, parecía forzar los penales, sin embargo, los árbitros asistentes de video intervinieron.
Matías Suárez había recibido un centro y cabeceado hacia el arco, sin embargo, no se detectó ninguna infracción. Al momento de revisar, los auxiliares intervinieron y llamaron al árbitro central Roberto Tobar. De igual forma, uno de los asistentes influyó en la decisión.
En las imágenes pareció haber una mano al momento en que el delantero cabecea. Pese a ello, debido a la velocidad de la jugada, no se evidenció que directamente haya existido contacto o algún tipo de apoyo en ella.
Después de revisar la repetición se decidió que el brazo del futbolista se interpuso en la trayectoria de la pelota antes de entrar al arco. La decisión desató la furia en la hinchada y los futbolistas de la banda roja, quienes aseguraban que el gol fue legítimo.
Minutos después, la controversia aumentó cuando no se le otorgó a los albirrojos un penal. Diego Godín había dado un codazo a su rival en el área al momento de disputar un balón, sin embargo, la acción no fue considerada por el VAR.
¿Qué se dijeron?
La Conmebol hizo públicos los audios de los jueces que operaban el sistema y quienes estaban en la cancha. La conversación duró unos seis minutos antes de que se resuelva.
Los auxiliares de video estaban seguros de que hubo contacto en la extremidad del ariete, sin embargo el árbitro central nunca señaló compartir el criterio. En reiteradas ocasiones mencionó que para él no existe mano tras haber visto las imágenes.
El VAR estuvo seguro de lo que sucedió y se mantuvo firme en su posición, hubo una infracción. Al momento en que se revisa la acción, los dos encargados insisten y enfatizan en su posición.
Ante la falta de un acuerdo, uno de los árbitros acompañantes del principal se une a la revisión y es quien tiene el voto final. “La tira con la mano, brazo. Me parece mano, me parece anulado“, dice. A partir de aquellas palabras, Tobar hizo sonar su silbato y nulitó el tanto.