Este es el peor inicio de campaña de El Nacional en los últimos 10 años. Las estadísticas que se detallan en el tabulado adjunto lo refleja. Pero ¿a qué se debe esta crisis de resultados de uno de los clubes más laureados del país?
El técnico, los jugadores y la directiva justifican ante los periodistas que el principal motivo es la carencia de definición que aqueja al equipo en la ofensiva. Sin embargo, algunos miembros del plantel argumentan que el origen de la crisis de resultados está en cómo se implantó el actual proceso de renovación.
fakeFCKRemove“Los juveniles están contentos solo con jugar, pero no son conscientes del peligro que puede atravesar el equipo a futuro si seguimos con estos malos resultados”, expresó a este Diario uno de los jugadores experimentados, quien pidió anonimato.
Para este año, la directiva criolla, comandada por Ángel Sarzosa, contrató al técnico Pinto con el objetivo de promover una nueva serie de futbolistas jóvenes, como ocurrió en su momento con Christian Benítez, Antonio Valencia, Félix Borja, Pedro Quiñónez y David Quiroz.
“Pero están equivocados. La directiva no sabe de fútbol. Los procesos deben cumplirse paulatinamente. Si bajamos a la Serie B, ¿quién se fijará en los jóvenes?”, agregó otro de los experimentados. Ellos prefieren no dar sus nombres por temor a ser excluidos o relegados en el equipo.
Para recordar esa ‘camada’, cuando Valencia empezó a destacarse en los ‘puros criollos’, jugaba en el medio con el acompañamiento de los experimentados Wellington Sánchez, Walter Ayoví y Kléber Chalá. Esta misma base respaldó posteriormente el progreso futbolístico y la salida al balompié del exterior de Benítez, Castillo y los demás.
Pinto admite que este mal momento de resultados del equipo se debe al proceso de renovación. “La directiva lo sabe y es consciente de ello. Por eso me respaldan y son pacientes”, asegura.
Para este año, El Nacional busca afianzar a 14 jóvenes en el plantel de primera. Entre ellos se destacan José Madrid, Fricson Erazo, Juan Anangonó, Paúl Minda, Marlon de Jesús, Renato Ibarra, Fabricio Guevara, Jefferson y César Villacís, Flavio Caicedo, Henry y Elvis Patta y Edson Montaño. Todos actuaron en determinados momentos en estas 14 fechas.
Pero de los 11 titulares, en promedio seis de ellos son jóvenes y menores de 22 años. “Así pagamos derecho de piso. Es una planificación que debemos cumplir”, sostiene Sarzosa.
Desde la óptica del presidente criollo, estos jugadores no son novatos, pues formaron parte de las divisiones menores hasta ser promovidos al plantel principal.
“Si no promovemos a nuevos futbolistas, el equipo nunca podrá renovarse. Además, no están a la venta porque solo se piensa en el club”, agrega el dirigente.
Esta visión contrasta, por ejemplo, con la que se implementa en Deportivo Quito. El uruguayo Víctor Manuel Battaíni, encargado de las divisiones formativas del bicampeón ecuatoriano, sostiene que el proceso de incorporación de juveniles debe ser paulatino.
“Al chico hay que rodearlo de gente de experiencia. No se puede jugar solo con jóvenes porque los mayores son quienes sostienen los resultados en los partidos”, analiza sobre el trabajo que realiza su club. “Hay que soltarlos de a uno”, puntualiza.
A pesar de esta división de criterios en las filas militares sobre el proceso de renovación, el grupo se mantiene unido. Aunque, según el psicólogo deportivo Guillermo Estévez, otro factor que incide en el rendimiento es la “falta de compromiso” del plantel con la institución y consigo mismo.
Estévez trabaja con la institución desde febrero de este año. Él dialoga permanentemente con el grupo y de forma individual. También coincide con el DT y los directivos con que la crisis de resultados se debe a la falta de gol.
Ante ello, Édison Preciado, ariete orense que se destacó el año pasado en Deportivo Cuenca, justifica: “Nos falta serenidad frente al arco. En algún momento deberemos hacer lo correcto”.
Al final, los futbolistas de mayor trayectoria procuran ser, con sus consejos, un soporte para los juveniles. Aseguran que la relación con el DT es cordial y que él no tiene otra opción más que cumplir con las normas de los directivos.