En el Mundial de Suecia 1958, nadie imaginaba que una camiseta número 10, que vestía un niño de 17 años llamado Edson Arantes do Nascimento, se convertiría en el guarismo icónico del fútbol, solo reservado para los mejores.
Desde niño, todo futbolero sabe que esa camiseta la debe usar la mejor. Así, en el mundo se puede enumerar a cientos de figuras que la han portado.
Fue una coincidencia. En ese mundial, llegó la lista de los jugadores brasileños sin que se asignara el número que usaría cada uno de ellos. En su condición de uruguayo, Lorenzo J. Villizio decía conocer el plantel y se dio el gusto de colocar a su antojo el número para cada jugador. Y ese número 10 le correspondió a Pelé.
El número 10 en el fútbol puede tener dos usos: una para el mejor de todo el equipo, pero el otro es también posicional, el que funciona como enganche, armador, el volante creativo por excelencia, el que pone la pausa, por donde transita todo el juego del equipo para tener claridad, casi como un sistema solar.
Hay otras posiciones que tienen su correspondencia numérica: el 2 es el central; el 5 es el volante de contención, el 7 y el 11 eran para los laterales. Y el 10 para el ensanche que es, casi siempre, el mejor de todos.
Pelé no era un enganche en sí. De lo que se puede ver en los videos, funcionaba más como un media punta, en el lenguaje actual. El sistema de juego en el que participaba era 4-2-4. en el 58 y el 4-4-2 en el 70. Los volantes creativos eran Didí y Zito (58) y Gerson (1970, aunque en este Mundial, Brasil jugó con 5 futbolistas que usaban la 10 en sus equipos).
En el Mundial del 82 era aún más clara esta diferencia. En esa maravillosa Selección de Brasil, el enganche era Sócrates, pero el que usaba la 10 era Zico.
Por fortuna, el fútbol no se dejó llevar por la costumbre estadounidense de retirar los números. Argentina intentó que ningún otro jugador vistiera la 10 celeste y blanca después de Maradona. No se los permitieron.
Estos son 10 números 10 que han hecho honor a esta camiseta desde que Pelé la usó.
Rivelino
Es el primer brasileño en usar la número 10, después del retito de Pelé, en la Selección brasileña. Su talento era extraordinario. Sus cambios de frente eran de una precisión envidiable. Su remate era poderosísimo. Fue, antes que Ronaldinho, el que llevó a la perfección ‘la elástica’ (llevar el balón con el exterior de pie para cambiar de inmediato de dirección sin soltar la pelota). Fue campeón del mundo en México 70.
Teófilo Cubillas
Es sin duda el mejor jugador de Perú de todos los tiempos, parte de esa generación dorada que comenzó en México 70 y terminó en España 82. Le decían ‘el nene’. Fue el causante de la eliminación de Argentina en La Bombonera, para el 70. Pelé dijo: “no se preocupen, ya tengo un sucesor: Teófilo Cubillas”. Un gol suyo memorable es el de tres dedos de tiro libre que marcó a Escocia en Argentina 78.
Ricardo Bochini
Fue uno de los más grandes de todo el tiempo en Argentina. Era el ídolo de Diego Armando Maradona. Jorge Valdano decía que era el Woody Allen. No tenía el cuerpo de futbolista, y su calvicie hacía necesaria la comparación. Tenía una maestría para usar la punta del pie en el último segundo bajo presión de los rivales para dar ese último pase liberando al atacante de toda defensa.
No era un goleador. Solo marcó 106 goles en 714 partidos jugados entre 1972 y 1991. Prefería hacer los pases gol. Una vez dijo en su camerino, en palabras más o menos textuales: “¿Van a hacer los goles o eso también lo tengo que hacer yo?”.
Zico
Formó parte de esa extraordinaria Selección brasileña que no fue campeón en España 82, con Sócrates. Era el jugador propiamente carioca: el fútbol con él era una verdadera fiesta. Tenía una capacidad de dribling impresionante, un remate potente, en muchas ocasiones, como una ‘folha seca’, ese remate de invención de brasileño Didí en la que parece que la pelota se eleva hasta que cae al arco y gol.
Diego Armando Maradona
Es el primero que disputó la hegemonía de Pelé como mayor jugador de todos los tiempos. Además de su gran talento, tenía una capacidad de liderazgo que impresionaba a sus compañeros. Fue campeón mundial en México 86 y subcampeón en Italia 90. Su zurda era mágica y tenía un sentido del equilibrio único. Si a Pelé lo llamaron ‘O Rei’, a Maradona lo calificaron como Dios. Es más: D10S.
‘Mágico’ González
Jorge Alberto González es alguien atípico. En primer lugar, porque difícilmente alguien nacido en El Salvador sea uno de los mejores de todos los tiempos. Pero él era diferente en muchos sentidos. Es más, no usó siempre la número 10. Uso también el 11.
Además, si lo buscaban los grandes equipos europeos, él prefirió jugar en un equipo chico: el Cádiz español. Fue de esos jugadores que eran talentosos pero, a la vez, indisciplinados. Le gustaba mucho la parranda. Maradona decía que trató de imitar algunas de sus jugadas típicas pero que era imposible.
Carlos ‘el pibe’ Valderrama
El colombiano es el prototipo del volante de creación. Parece lento pero las pelotas que entregaba en pases precisos a sus compañeros aceleraban todo el juego. Daba pasos pequeños, pero sabía proteger el balón de una manera extraordinaria.
Tal como Bochini, era más un jugador dedicado a las asistencias para que los delanteros se luzcan, como ese gran pase que dio a Freddy Rincón para el empate con Alemania en el Mundial del 90.
Álex Aguinaga
Es el volante que estuvo en los momentos históricos de la Selección ecuatoriana, como la clasificación al Mundial del 2002, la primera victoria ante Brasil. En el Necaxa, no era precisamente el enganche y además jugó con el número 7, pero era el poseedor indiscutible de la 10 cuando vestía la Tricolor, además de que funcionaba como el generador del juego ofensivo.
Ronaldinho
El brasileño fue uno de los jugadores más extraordinarios. No está entre los cinco mejores de todos los tiempos, pero debiera estar en ese panteón donde se encuentran Di Stéfano, Pelé, Maradona, Cruyff y Messi. Su capacidad de invención le permitía hacer pases hasta con la espalda.
Además, jugaba siempre sonreído, lo que le daba más gracia. Perfeccionó la elástica de Rivelino.Podía dejar dormido el balón en el pecho o en el hombro en pleno partido para eludir las marcas. Uno de esos cracks que difícilmente se volverá a ver.
Juan Román Riquelme
Es probablemente el último de los enganches. Lo que sí es cierto es que es el último en usar la camiseta número 10 de la selección argentina antes de Lionel Messi. El fútbol de Boca Juniors giraba a su alrededor. Algún locutor lo llamaba ‘panadero’ porque tenía un talento único para pisar la pelota, amasarla y engañar a los rivales.
Los técnicos que privilegiaban el fútbol vertiginoso, físico, como Louis van Gaal o Marcelo Bielsa, no lo tomaban en cuenta. Pero era un jugador casi completo: talento individual y compromiso colectivo, gran cobrador de tiros libres y rematador de media distancia, pases de gol y era casi imposible quitarle la pelota en el mano a mano.
Lionel Messi
De este jugador casi no hay nada que decir. Es, para muchos, el mejor jugador de todos los tiempos. Otros dicen que Maradona. Y otros sostendrán que para siempre será Pelé.
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