El arquero suplente del Manta, Francisco Caicedo, acabó el partido con Macará como un entrenador improvisado. Exigió desde la zona técnica a sus compañeros aplicación para sostener el empate 1-1, que fue el marcador definitivo.
El guardameta asumió la conducción del equipo desde el minuto 75, luego de la expulsión del DT Armando Osma, cuando el marcador ya estaba igualado.
La salida de Osma se debió a que el colombiano reclamó por una falta al juez central Miguel Hidalgo. Antes habían sido echados por el árbitro el asistente técnico y el preparador físico de los ‘atuneros’, por lo que Caicedo debió probar por anticipado sus dotes del estratega.
La táctica de Osma para el duelo en el Bellavista desde el inicio fue conservadora, con un repliegue de hasta ocho jugadores y con el contraataque como arma.
En el primer tiempo esta aplicación ocurrió sin inconvenientes. Al minuto 44, un rápido contragolpe permitió a Roberto Mina desbordar y centrar para que Jesús Vélez anotara la apertura.
Los 1 559 aficionados que asistieron al estadio Bellavista empezaron a reclamar a los jugadores del DT Homero Mistral Valencia. Desde los graderíos se escuchaban silbos y pifias. No era para menos. Pedro Esterilla y Osvaldo Lastra perdían con facilidad el esférico. Los delanteros Carlos Quintero y Omar Guerra no podían pasar la pelota en espacio reducidos.
Valencia retiró a Guerra e ingresó a Bryan Rodríguez. El joven volante se ubicó por la banda izquierda y comenzó a entregar pases gol a Quinteros, que no fueron aprovechados. La alegría de los aficionados ambateños se dio al minuto 59, cuando Rodríguez logró anotarla igualdad en el pórtico de Rolando Ramírez.
Desde ahí, Manta se desgranó como un choclo. Perdió por roja al jugador Elio Lastra y al cuerpo técnico, pero logró llevarse un valioso punto del Bellavista.