La muerte de Luis Aragonés, exfutbolista y director técnico español, ha conmocionado al mundo del fútbol. Don Luis, como se lo conocía, es el responsable del toque de calidad y efectividad que experimenta la Selección española en los últimos años.
Pero, ¿quién era?, ¿qué hizo?, ¿qué consiguió?
Luis Aragonés nació en Hortaleza (Madrid) en 1938. Inició su carrera como futbolista profesional en 1957, en el Getafe. En la siguiente temporada fue transferido al Real Madrid. Además, en Recreativo, Hércules, Úbeda, Oviedo, Betis y Atlético de Madrid.
Hasta su retiró en 1974 disputó 360 partidos en Primera División y marcó 160 goles. Su estilo diferente para caminar y correr le dio el apodo de ‘el Zapatones’, pero después fue conocido como ‘el sabio de Hortaleza’ por su destacada habilidad para dirigir equipos.
En sus 17 años como jugador festejó tres Ligas y dos Copas de España. Además, vistió la camiseta de España en 13 partidos. Como entrenador estuvo al mando de múltiples equipos: Atlético de Madrid, Betis, Barcelona, Espanyol, Sevilla, Valencia, Oviedo, Mallorca y Fenerbahçe.
Consiguió una Liga (Atlético, 1977), cuatro Copas del Rey, una Supercopa de España, un campeonato de Segunda, una Copa Intercontinental y una Copa Ibérica.
Aragonés impuso un nuevo estilo en España, una forma de juego ajena al modo europeo. El balón se convirtió en el eje central de sus planteles. La posesión del esférico fue su mejor arma en defensa y en ataque.
‘La furia’ siempre se caracterizó por grandes delanteros, como Butragueño, y fuertes mediocentros, como Belauste, pero Aragonés les dio el protagonismo a los creativos. La calidad se impuso a la fuerza.
En ese esquema creció la importancia de jugadores como Xavi, que además de levantar la Eurocopa en 2008 se hizo con el galardón al mejor jugador del torneo. Con Luis Aragonés y en una tanta de penaltis para la historia ante Italia.
Pese a este claro crecimiento de calidad de ‘La Roja’, Aragonés fue reemplazado por Vicente del Bosque para el proceso del Mundial 2010. Sin embargo la mentalidad y la base dejada por Aragonés dieron la Copa del Mundo a esa Selección, en Sudáfrica.
Su carácter y frontalidad lo separó del resto de sus colegas. Al llegar al Mundial 2006 rechazó el ramillete de flores y los halagos de la organización alemana, esta es una de las anécdotas que siempre se recordará de él.