La empresa cervecera que embargó las cuentas de la Federación Panameña de Fútbol (Fepafut), lo que obligó a la selección mayor a suspender sus entrenamientos, decidió posponer la medida hasta después del Mundial de Brasil-2014, anunció este martes una fuente de la compañía, que denunció “presiones”.
“Los consumidores quieren que nuestro equipo juegue. Nosotros también. Es por ello que hemos decidido levantar el secuestro económico (embargo) a Fepafut”, dijo en conferencia de prensa la gerente general de Cervecería Barú Panamá, Helene Weesie.
La decisión se produce un día después que el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, pidiera “respetuosamente” a la empresa que retirara “ya” la demanda contra el organismo porque la pelea es “contra todo Panamá”.
“Todos nos sentimos de una forma u otra aludidos cuando nuestra selección de fútbol está siendo de una manera u otra secuestrada”, aseguró Martinelli este mismo martes poco antes del levantamiento del embargo.
Martinelli exhortó a las partes a ir a un arbitraje “pero que no perjudiquen al pueblo panameño ni a nuestra selección por una diferencia personal y comercial”.
“En estos días hemos recibidos presiones muy fuertes y vivido campañas en contra de la empresa y de nuestra marca, solo por habernos atrevido a actuar en justicia”, añadió Weesie, quien descartó sin embargo que el levantamiento del embargo tenga que ver con esas presiones o con el pedido de Martinelli.
La empresa Cervecería Barú Panamá (propietaria de la marca Cerveza Panamá) embargó por 7 millones de dólares las cuentas de la Fepafut, según anunció el pasado jueves el ente deportivo.
Este embargo motivó la suspensión de los entrenamientos de la selección de cara a los partidos del hexagonal final de las eliminatorias de la Concacaf para el Mundial de Brasil-2014 que deberá disputar en junio frente a México, Estados Unidos y Costa Rica.
Con el embargo muchos fanáticos panameños vieron amenazada la ilusión de ver por primera vez a su selección en un Mundial, sobre todo ahora que Panamá encabeza el hexagonal, por lo que algunos grupos hicieron un llamado a boicotear la empresa cervecera.
El embargo se origina en un contrato de patrocinio por 120 000 dólares anuales por cuatro años, firmado en 2010 entre la organización deportiva y la Cervecería Barú, el cual la Fepafut rompió el año pasado por considerar muy bajo el monto.
Poco después, la Fepafut firmó un nuevo contrato de patrocinio por 10 millones de dólares hasta 2018 con otra empresa cervecera, la Cervecería Nacional.