Los jugadores mantuvieron una reunión con la dirigencia del Deportivo Quito. Foto: David Paredes/ EL COMERCIO
A las 11:00 de este sábado 21 de noviembre, cuando los jugadores ya estaban reunidos con el cuerpo técnico, llegó Patricio Salazar en su Mercedes Benz. El vicepresidente saludó con algunos trabajadores que estaban en los patios del complejo de Carcelén y habló por teléfono durante 15 minutos.
Mientras tanto, varios juveniles esperaban la orden para entrar a la reunión. Ellos se quedaron en la puerta del edificio de concentración y camerinos. Ahí, entre especulaciones y comentarios, hicieron tiempo hasta que Salazar dio la orden de que todos ingresen a la reunión.
A las 11:25 empezó la reunión de jugadores y dirigentes. Hasta las 12:23 no había respuesta de los futbolistas.
Los jugadores no entrenarán este sábado. John Cagua, asistente técnico del club, aseguró a un amigo que lo esperaba en la puerta del complejo que saldrían rápido y que “todo estaba acabado”, dejando a entender que el Club está resignado a descender.
Deportivo Quito tenía plazo hasta ayer, para cancelar una deuda de USD 150 000 en la Ecuafútbol, o en su defecto, entregar un cheque certificado por el pago a un exfutbolista. Esto no ocurrió, y el partido programado para el domingo 22 de noviembre (11:30) ante River Ecaudor no se jugará.
Con esto, Deportivo Quito está más cerca del descenso a la Serie B.