Perseverancia, entusiasmo y voluntad a la enésima potencia. Esa es la fórmula que aplican, cada vez que juegan, los jóvenes jugadores del Independiente del Valle (José Terán).
A estas cualidades suman detalles de jugadores hechos y derechos, como toque preciso, gambeta atrevida y audacia a la hora de buscar el arco rival.
En la noche sabatina, en el estadio de la Liga Cantonal de Rumiñahui, Carlos Sevilla puso como titulares a cinco muchachos con ínfulas de grandes: Luis Caicedo, Christian Ramírez, Henry Rúa, José Ayoví y Júnior Sornoza.
Todos cumplieron su cometido a cabalidad. Y confirmaron las expectativas que tienen por ellos su estratega y los directivos del combinado sangolquileño.
Con los cinco, más el aporte de experiencia de Wellington Sánchez, la seguridad del portero Librado Azcona y la capacidad resolutiva de Narciso Mina, el elenco negriazul goleó por 3 -0 al Centro Deportivo Olmedo, cuya defensa a ultranza solamente se sostuvo los primeros 45 minutos.
El ‘Ciclón andino’ tiene en Dragan Miranovic a un técnico ducho, que planta sus equipos como si fueran cerrojos, dejando como único argumento para encontrar la victoria a los peligrosos contraataques que generan sus hombres.
Contraataques que el sábado el Olmedo sí tuvo, pero que fueron desperdiciados porque su único delantero, Marco Romero, no estuvo acertado en la definición.
Hasta Christian Gómez, el eficaz delantero argentino-ecuatoriano que siempre es preciso, el sábado estuvo perdido y deambuló por la cancha del estadio Rumiñahui como alma en pena.
En la fresca noche sangolquileña, el sistema de Miranovic solamente aguantó el embate independentista un tiempo.
Apenas iniciado el segundo, al minuto de juego (46’), Narciso Mina conectó de cabeza un espléndido centro ejecutado desde el costado derecho por Luis Caicedo y venció a Robinson Sánchez. El portero olmedino vio caer su arco a pesar de la infructuosa volada que realizó.
Este tanto aumentó los arrestos y la confianza de los dirigidos por Sevilla y, asimismo, disminuyó la eficacia defensiva del ídolo de la Sultana de los Andes.
La segunda anotación del Independiente llegó a los 75 minutos. Y fue un reconocimiento a la potencia y a la definición que tiene Mina. El delantero recogió un balón a 35 metros del arco de Sánchez. Aguantó el acoso de Elvis Bone y Carlos Caicedo y, cuando piso el área, venció a Sánchez con un toque suave y bien dirigido.
La última anotación se consumó a los 85 minutos. Y fue obra de Jimmy Bran, un experimentado que ingresó por Sornoza y que aprovechó un centro medido de Ramírez, luego de un fino amago por parte de Mina.
En fin, el sábado el Independiente dio un festival de perseverancia, talento y calidad.