La FIFA tiene en Sudáfrica a sus ‘cazadores’. Como si estuvieran en un safari, apuntan el ojo para detectar a sus presas, con la ventaja de que están todas reunidas en un mismo sitio y son facilísimas de detectar: los enviados especiales de los medios de comunicación en las tribunas de los estadios del Mundial.
Un reportero un poco subido de peso se levanta de su silla, saca su camarita de fotos, la levanta y dispara el obturador en busca de una buena imagen.
La cazadora (de chaqueta verde y amarilla) llega lenta hasta el puesto de este personaje, le habla, revisa el nombre y el número de su credencial de acreditación. Todos esos detalles los apunta en una libreta y se va.
Otro periodista, bajito y barbado, se abraza a un colega, tan parecido a él que podría decirse que es su hermano. Atrás está el estadio Ellis Park de fondo. La foto para el álbum está tomada. Pero se repite la operación. Aparece un cazador FIFA que lo tenía en la mira y apunta su nombre.
Los derechos de imágenes del Mundial de Fútbol son el verdadero tesoro económico del ente rector del balompié mundial. Y ahora más, cuando con la revolución tecnológica se puede hacer hasta un cortometraje con un celular y distribuirlo con facilidad.
La entidad vendió esta vez directamente, sin intermediario, los derechos de TV y transmisión de la Copa del Mundo. Se embolsaron USD 2 640 millones, según contó Jerome Valcke, el segundo a bordo de la rectora del balompié.
Eso significa que por ese concepto se consignó en las cuentas bancarias de la FIFA el 30% más que en el Mundial de Alemania 2006. Y para Brasil 2014 se calcula que ganarán USD 2 870 millones.
La TV y los derechos de imagen son la joya de la corona económica del fútbol. Por eso la FIFA bloqueó a YouTube, que anunció el retiro de todos los videos que los usuarios suban a su web sin autorización y que no cuenten con los derechos correspondientes.
Le advirtió a Google, empresa dueña de la plataforma de videos más conocida del ciberespacio, que de transmitir dichos videos de los aficionados violaría los derechos de transmisión pagados por las empresas de televisión en el mundo entero.
Los cazadores de la FIFA siguen con el ojo agudo apuntando a quien viole el reglamento. Incluso, sacan de las tribunas a los camarógrafos de televisión sin derechos (noticieros, informativos y canales) que ven los juegos con la cámara apagada.
Por otro lado, esta situación ha sido mal vista por los miles de fanáticos que estaban esperanzados de poder ver algunos de los momentos del Mundial. Es para aquellos fanáticos que fueron hasta Sudáfrica para presenciar los partidos y grabar los mejores momentos y poder mostrárselos al mundo, a sus amigos y a familiares a través de YouTube u otro portal de videos en Internet.
Los fanáticos tendrán que buscar otras opciones en Internet donde poder colgar videos de sus jugadores o los partidos que hayan grabado, para poder compartirlos con aquellos aficionados que no pudieron asistir ni presenciar los juegos por la televisión.
La misma limitación es para los periodistas, que con angustian pueden grabar entrevistas o notas. Las miradas de la gente de seguridad los sigue. Su corpulencia influye para ser intimidado y quitarse la tentación de la cabeza.