La FIFA se aseguró un mínimo de 300 millones de dólares con la venta de boletos de los Mundiales de 2018 y 2022, que volverá a comercializar con Match Hospitality, la empresa con la que trabaja hace treinta años.
El acuerdo anunciado hoy incluye las ediciones 2017 y 2021 de la Copa FIFA Confederaciones y las ediciones 2019 y 2023 de la Copa Mundial Femenina, informó Thierry Weil, director de mercadotecnia de la FIFA.
Match Hospitality, una empresa que tiene como accionistas mayoritarios a los hermanos mexicanos Jaime y Enrique Byron, radicados en Inglaterra, había pagado a la FIFA 240 millones de dólares por los derechos de venta de entradas para el último Mundial de Sudáfrica 2010 y el próximo de Brasil 2014.
Sus accionistas incluyen a la agencia de publicidad japonesa Dentsu y a la agencia de marketing deportivo Infront Sports and Media, cuyo presidente, Philippe Blatter, es sobrino de Joseph Blatter, presidente de la FIFA.
La empresa reconoció pérdidas de casi 50 millones de dólares en el Mundial sudafricano, pero prevé beneficios en Brasil, lo mismo que en Rusia y Qatar, sedes de las Copas de 2018 y 2022, respectivamente.
La FIFA anunció hace unos días que vendió derechos de TV de los Mundiales de 2018 y 2022 en Estados Unidos, Australia, Canadá y Caribe por 1.850 millones de dólares, que se suman a los 1.700 millones de Medio Oriente y partes de Asia y América Latina.
La FIFA tambiém renovó su contrato de patrocinio con Anheuser-Busch InBev para la marca de cerveza Budweiser hasta 2022, aunque las cifras del acuerdo no fueron divulgadas.