Cerca de las 10:00 un grupo de familiares y amigos de 29 jóvenes que fueron detenidos tras un encuentro entre Barcelona Sporting Club y Macará, cerraron la calle Córdova entre Víctor Manuel Rendón y Junín. Con pancartas de los jóvenes apresados y entonando cánticos con ayuda de bombos y pitos, los manifestantes reclaman la libertad de los apresados, bajo cargos de tentativa de asesinato, tras la agresión a un policía. El pedido de los padres de familia, para que se retire dicha demanda, fue negada por el ministro del Interior, José Serrano, quien fue abordado la semana pasada durante una visita a Guayaquil.
Jackeline Acosta cargaba un cartel donde se leía: Liberen al preso 29, con 65% de discapacidad. Es inocente.
Ella cuenta que su hermano Jacinto Acosta fue a retirar a su sobrino, detenido en la Policía Judicial (PJ), pero en su lugar fue retenido con el otro grupo e 28.
En otra pancarta se ve la foto del joven Jonathan Vulgarín disfrazado de payaso. Junto, una leyenda: ‘Chiquilín, te estamos esperando para que sigas haciendo reír a los niños’.
Una hora después, el grupo de manifestantes se dirigió hacia el antiguo edificio de la Fiscalía, en Pedro Carbo y Aguirre, para presionar que el fiscal que está a cargo de la audiencia prevista mañana, acuda puntualmente. Entre ellos comentaban que el funcionario se habría excusado de asistir.
¡Libertad, libertad, libertad, queremos libertad! ¡Son estudiantes, no delincuentes! ¡Somos hinchas, no delincuentes! Eran los gritos con los que se iban retirando, mientras más policías se unían al resguardo del edificio.
Entrevista a Héctor Vanegas, abogado de los 29 hinchas
El único testigo presencial el teniente Rivas Fajardo indicó que la persona que lanzó un objeto contundente en contra del policía Joffre Burgos, se dio a la fuga y no lo pudo identificar. Lo que hizo la Policía es una detención masiva en forma arbitraria y al azar, explicó Vanegas
“Se pedirá la destitución de todos los policías que participaron en este operativo y también la destitución de todos los fiscales que han tenido conocimiento del caso. Es repudiable la agresión hecha al uniformado, pero más repudiable en un Estado de derecho es que se detenga a 29 personas por sospecha”.