Jaime Ayoví salvó a Emelec de una derrota que parecía inminente. El delantero esmeraldeño, que sumó 17 tantos, anotó el gol del empate con el que los eléctricos rescataron un punto en el partido que ayer jugaron contra Liga Deportiva Universitaria de Quito.
El gol azul llegó a los 69 minutos y en el momento en que los azucenas se encontraban completamente asentados en el campo de juego. Incluso contaban con una mayor fortaleza física que el conjunto local.
Los eléctricos pretendieron tener al sol, y a la temperatura de 38 grados que se sintieron durante el partido, como sus aliados. El estadio Capwell era una verdadera caldera, en la que los dos equipos protagonizaron una lucha, sin cuartel, en búsqueda del triunfo.
El clima no impidió que el equipo dirigido por Edgardo Bauza termine el partido corriendo.
Emelec, en cambio, se cansó por el vértigo que le imprimió a su juego desde el primer minuto. Liga, por su parte, dosificó sus fuerzas agrupándose en su cancha y contragolpeando por las bandas con los volantes laterales Paúl Ambrosi y Néicer Reascos.
Los millonarios, dirigidos por Jorge Sampaoli, se adueñaron de la pelota desde el principio. Con cuatro jugadores en el ataque (Joao Rojas, Jaime Ayoví, Fernando Gaibor y Santiago Biglieri) intentaron vulnerar la defensa alba que ayer estuvo integrada por cuatro jugadores.
Según Bauza, ese cambio de planteamiento lo hizo para contrarrestar los ataques de los laterales del Ballet Azul. Enrique Gámez tuvo un duelo constante con Rojas y Fernando Giménez.
La estrategia de Liga para impedir que Emelec llegue al arco defendido por Alexander Domínguez fue reducir los espacios entre sus líneas. Eso le restó movilidad a los jugadores azules encargados de gestar jugadas de riesgo.
Eso hizo que el medio campo de los locales deje solo a Ayoví, su único jugador en punta. El atacante tuvo, en ocasiones, que retroceder a la mitad de la cancha a buscar la pelota. Eso facilitó el trabajo de marca de los centrales Diego Calderón y Jorge Guagua.
Los visitantes, pese a que se agruparon defensivamente cuando el rival tuvo la pelota, atacaron con velocidad y precisión a la hora de pasar la pelota. Y gracias a aquello fueron los primeros en ponerse en ventaja, a través de un tiro penal ejecutado por el delantero Hernán Barcos, quien sumó 20 goles en la temporada.
La falta contra Néicer Reasco fue cometida por Marcelo Fleitas. El albo superó la marca del zaguero y antes de patear al pórtico, cuando se encontraba frente a frente con el arco fue agredido.
El gol afectó evidentemente al equipo de Sampaoli. No tuvo una reacción inmediata y, por el contrario, cayó en imprecisiones a la hora de entregar el balón y le costó recuperarlo cuando lo tuvo el conjunto visitante.
Esa tónica se mantuvo hasta el final de la primera etapa. La segunda inició con el mismo frenetismo y vértigo que los dos clubes le imprimieron a su juego en el inicio del compromiso.
Fernando Gaibor dejó el campo de juego y por él ingresó Leandro Torres. Según Sampaoli, con este cambio y con la habilidad del volante argentino pretendía “romper y penetrar la dos líneas de cuatro que Liga planteó”.
Torres lo hizo. Con su juego generó más jugadas de riesgo en el arco de Domínguez y le dio otra alternativa a su equipo: el remate de media distancia. Gaibor solo remató una vez en el partido.
Pero Emelec arriesgó más. Entró a la cancha Carlos Quiñónez en lugar de Polo Wila. Ese cambio dejó solo a David Quiroz en la zona de contención, pero pese a eso el ‘Cholito’, como se lo conoce al volante, se proyectó también al ataque con frecuencia.
Y justamente de sus pies nació el gol del empate. Quiroz ejecutó un potente remate de media distancia que Domínguez no pudo contener. El arquero dio rebote y apareció Ayoví sin marca para empujar la pelota.
Después del empate, Bauza dispuso el ingreso de Christian Lara en lugar de Ambrosi, pero el ‘Diablito’, como apodan a Lara, no tuvo el tiempo suficiente para mostrar su destreza ofensiva.