Los sustos que dio el Imbabura al Quito en el Atahualpa en la primera rueda, cuando quedaron 2-2 en un comentadísimo partido, no se repitieron. Al contrario, el sábado los chullas se impusieron con claridad a los ‘gardenios’, en una verdadera exhibición de fuerza.
El líder no se guardó nada. Los dirigidos por el DT Carlos Ischia saltaron a la cancha del Olímpico de Ibarra buscando el arco desde el principio. Todo les salió bien a los azulgranas, que desfondaron a un Imbabura que prácticamente no tuvo zona de contención, quizás por la baja de Edwin Tenorio.
La mayor virtud de los chullas fue, aparte del estupendo estado físico que exhiben, un sólido juego de conjunto. Todos atacan y todos defienden. Se observó al goleador Maximiliano Bevacqua marcando desde la mitad. Y se vio al defensa Isaac Mina ganando la última raya, como un ariete más.
Imbabura no pudo contener ese caudal de fútbol ofensivo y se fue al descanso con una desventaja de dos goles. Pudieron ser más.
Los goles fueron, en todo caso, un reflejo del sólido trabajo del plantel. El primero nació de un tiro de esquina cobrado rápido y corto, que sorprendió a los zagueros. Juan Carlos Paredes levantó el centro y apareció la siempre oportuna cabeza de Luis Checa.
El segundo fue mejor aún, con lujos como el taco de Paredes, el estupendo quiebre de Luis Fernando Saritama, que mandó a volar al ‘gardenio’ Darwin Quilumba, y la definición de Oswaldo Minda, simple, a ras de piso.
Para la segunda parte, el Quito no fue tan vertical porque el Imbabura del DT Janio Pinto se lanzó a buscar el descuento. Pero los chullas dieron dos lecciones de contragolpe que liquidaron todo con dolorosa rapidez.
Martínez pagó su deuda empujando un balón enviado por Paredes, quien superó a John Cagua. El golpe final lo dio Saritama, con un certero disparo cruzado de media distancia.
Con esto, el Quito se alista para el clásico del miércoles con Liga, en un duelo que será clave para definir el destino de la ‘AKD’,que busca la final. Imbabura, en cambio, dio un paso atrás en su lucha por no regresar a la Serie B.