La avenida Barcelona se usó únicamente para los hinchas. La previa del partido de los toreros ante Aucas, por la primera final del campeonato, estuvo marcada por un fuerte operativo de control.
La avenida Barcelona es la única que lleva al escenario porteño. Este 6 de noviembre de 2022 se restringió el acceso vehicular desde las 08:00, para darle prioridad a la movilidad de los hinchas, tal y como se había anunciado en días previos.
Se intentó emular el operativo que se implementó para la final de la Copa Libertadores, el pasado 29 de octubre. La avenida se cortó en varios puntos de control, encabezados por la Policía Nacional y personal de seguridad privada.
Desde el lado este, el primer punto de control estaba a la altura de la Base Naval San Eduardo y el segundo a una cuadra del ingreso al estadio. En el lado oeste, el primer filtro estaba a la altura de la base de Interagua y el segundo a pocos metros del escenario.
En estos puntos se hacía un cacheo a los asistentes, se impedía el acceso de mochilas, cinturones, bebidas alcohólicas, cables… Además, solo podían avanzar los aficionados con boleto en mano.
Cerca de las 11:00, cuando se abrieron las puertas, un buen número de aficionados ya se habían acercado hasta el escenario. 1000 policías custodiaron las inmediaciones del estadio.
Solo hinchas locales para el partido
Barcelona puso a disposición más de 5 000 boletos para la afición de Acuas, sin embargo, el cuadro capitalino no hizo uso de estas. La intención era que la barra visitante se ubique en la platea alta de la general norte; finalmente allí se ubicó a más barcelonistas.
Sin embargo, sí llegaron pocos hinchas orientales hasta el escenario. No había grupos establecidos, eran uno o dos aficionados que se mezclaban entre los aficionados toreros y se ubicaron en distintos sectores.
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