Una escarapela de la Federación Ecuatoriana de Fútbol brilla en su abrigo a cuadros, combinado entre lacre y gris. ¿Quién es ella? ¿Qué hace? … se preguntan al verla cruzar por la cancha. Sus ojos están cubiertos con gafas oscuras y en su hombro izquierdo cuelga una cartera negra grande.
Susana Marca Corrales es comisaria de juego y su función se inicia dos horas antes del cotejo. Verifica cómo están los camerinos de los equipos y árbitros. Constata el estado del campo de juego. 40 minutos antes del partido vuelve a los camerinos para chequear los carnés de los jugadores.
Hace un mes , su nombre saltó a los medios por un incidente ocurrido en el estadio Bellavista, antes del inicio del juego entre Macará y Liga de Quito. Mientras ella se aprestaba a inspeccionar el camerino del cuadro albo, el asistente técnico de Liga, José Daniel di Leo, la habría forzado a salir del camerino, según su versión.
“Me faltó al respeto, no me dejaba hablar, me decía que había hombres desnudos, que no podía pasar. Me cogió del brazo pese a mi insistencia de que yo era comisaria de juego”.
Como autoridad del partido informó del particular a la Comisión Disciplinaria de la Ecuafútbol. Se abrió una investigación y en ella, el argentino Di Leo argumentó: “En ningún momento quise ofender, fue un malentendido. Añadió que Marca nunca se identificó como comisaria.
Sin embargo, la Ecuafútbol suspendió a Di Leo por dos meses.
Marca confiesa que ese ha sido su único problema en los siete meses que se ha desempeñado como comisaria de juego.
Ahora intenta olvidar el ‘impasse’ y seguir con sus actividades. El pasado 20 de octubre pasado estuvo en el estadio Jorge Andrade para el juego entre Deportivo Azogues y Universidad Católica, válido por la cuarta fecha de la liguilla de ascenso a la Serie A. Cumplió sus labores en compañía del cuarto árbitro, Álex Tola.
Él puso en conocimiento de la comisaria la falta de candados en dos puertas de ingreso a la cancha. Ella sacó su celular de la cartera y ordenó que se solucionara el tema. Además, supervisó cómo funcionaba el resguardo policial.
A paso rápido se dirigió al camerino para informar al juez central del pedido de un minuto de silencio por la muerte de León Londoño, uno de los directivos destacados del fútbol colombiano. A su regreso pidió en la mesa de control una copia de la planilla de juego, con las alineaciones.
Luego constató el comportamiento de las barras. Observó que no se usen juegos pirotécnicos o gases tóxicos, que no se consuman bebidas alcohólicas. La idea es aplicar la Ley del Deporte. Tras el pitazo inicial del árbitro central, Marca se trasladó a una suite del escenario azogueño.
La cuencana, de 43 años, es una de las tres hijas de los esposos Gilberto Marca y Rosa Corrales. Su padre es un enamorado del fútbol y por eso desde niñas la llevaba al estadio Alejandro Serrano Aguilar para apoyar al Deportivo Cuenca y a Liga de Cuenca. “Ahora solo soy hincha del fútbol”, aclara.
Marca llegó a la Asociación de Fútbol del Azuay (AFA) en febrero del 2011, como delegada del Tecni Club. Allí fue electa como sexta vocal y hace tres meses renunció al cargo para asumir la asesoría jurídica de la AFA.
Marca agradece al presidente de la AFA, Édgar Enderica, por motivarla a seguir el curso de comisaria. Este duró cuatro días y lo aprobaron dos mujeres, ella y Diana Cueva, de Sucumbíos.