Los jugadores de Plaza Colonia celebran su título uruguayo, el primero en su historia. Foto: AFP
Con la conquista el domingo del primer título de su historia, el modesto Plaza Colonia puso en jaque a los clubes más poderosos del fútbol uruguayo, que ahora replantean sus estrategias basadas en inversiones millonarias.
La sorprendente victoria del domingo por 2-1 sobre Peñarol, en el moderno estadio del perdedor, recientemente inaugurado, asestó un duro golpe a ese histórico club e indirectamente a Nacional, el otro “grande” de Uruguay, que se quedó sin nada que celebrar después de quedar eliminado también de la Copa Libertadores de América.
Edgar Welker, antiguo vicepresidente de Peñarol y actual miembro del consejo ejecutivo, felicitó hoy a Plaza y reconoció que ese triunfo “complica a Peñarol”, un equipo que “da todas las comodidades” y no consigue resultados. “Hay que contratar menos y mejor”, comentó Welker, mientras que el entrenador de Peñarol, Jorge Da Silva, admitió que “es un momento jodido” (complicado) para un club que ve comprometido el objetivo de conseguir el título de campeón de la temporada.
Plaza Colonia emerge hoy como “un ejemplo de que con pocos medios, con modestia, pero con mucha fe, inconmensurable fe, no hay objetivo que no sea posible”, resumió hoy el intendente (gobernador) de Colonia, Carlos Moreira.
El gerente deportivo de Plaza, Carlos Manta, ex entrenador de varios equipos uruguayos, se quejó de que “no sólo manejando presiones se sale campeón” y agregó que “por primera vez” se siente un ganador. Plaza Colonia ingresó al profesionalismo en 1999 y participó en el torneo de la Segunda División de ese año para alcanzar el ascenso a Primera en el 2001.
Tuvo entre sus entrenadores a Diego Aguirre (2002), ex entrenador de Peñarol, Internacional de Brasil y Atlético Mineiro, y a Gustavo Matosas (2004), quien ha desarrollado gran parte de su carrera en México. Su actual técnico, Eduardo Espinel, no pudo ocultar la emoción el domingo: “Le dimos una cachetada a la historia”.
Entre los jugadores que pasaron por el club del suroerste uruguayo se cuentan el zaguero Diego Lugano (2002), excapitán de la selección nacional y actualmente en el Sao Paulo de Brasil, Jorge Cazulo (2004), en el fútbol de Perú, y Mauricio Victorino (2004), que juega para Nacional y está en la selección del maestro Oscar Tabárez. Once años pasaron desde que Colonia descendió a la Segunda División en el 2005.
Aunque por problemas económicos no participó en 2006, se mantuvo en segunda hasta la temporada 2014-2015, una campaña que arrancó con riesgo de bajar a la “C”, la tercera categoría, pero que acabó siendo la del ascenso. Un año después, aunque el objetivo era la salvación, el Plaza Colonia gritó campeón.
La llegada de Manta y Roberto García, el otro gerente del club, cambió la historia. Con un presupuesto promedio mensual de 65.000 dólares y jugadores que compartían el entrenamiento con jornadas laborales de hasta ocho horas, Plaza Colonia festeja hoy una campaña histórica.
La consagración de Plaza Colonia no es la primera de un club del interior uruguayo. En el 2005, Rocha Fútbol Club, institución del este del país, ganó el torneo Apertura y participó en la siguiente edición de la Copa Libertadores de América. Ahora Plaza Colonia tendrá que definir con Peñarol, campeón del Apertura, el título de la temporada 2015-2016 y, eventualmente, con un tercer equipo si Peñarol no gana también la Tabla Anual, que es la suma de puntos de los dos torneos.