El 7 de enero de este año, Luis Chiriboga, presidente de la FEF, ofreció a los clubes del país las instalaciones de la Casa de la Selección, en la Av. Simón Bolívar de Quito.
Esto coincidió con la posesión de Chiriboga en su cuarto período al frente de la Ecuafútbol.
Desde entonces, Barcelona, Imbabura, Manta, Emelec, Deportivo Cuenca, Liga de Loja, Universidad Católica, en otros, se han hospedado en el complejo.
En ese lugar los equipos tienen el servicio de alimentación, dormitorio, sala de distracción, sauna, piscina, gimnasio y tres canchas para entrenarse.
La intención de los directivos de la FEF es que los equipos ahorraran dinero en desplazamientos y hospedajes. Para ello estipularon un costo de USD 40 diarios por persona. Este precio es menor al que los clubes pagaban usualmente en hoteles como el Hilton Colón, Howard Johnson, Tambo Real o Akros, donde se alojaban, hasta la temporada pasada.
En esos hoteles el valor de las habitaciones y servicios por persona oscila entre USD 70 y 150.
Los gastos de alojamiento de los planteles son descontados de los USD 4 000 que la FEF les entrega para el transporte semanal de las divisiones formativas.
Otra de las ventajas que tienen los elencos es la privacidad. Ellos piden que no ingresen empresarios, periodistas y personas ajenas al plantel. Uno de los clubes que pidió a la FEF que le brindara privacidad fue el Deportivo Cuenca. Su presidente, Julio León, envió una carta después de la primera fecha, en la que jugó contra Independiente del Valle en Sangol-quí, en ella pedía que mientras su equipo esté concentrado se impidiera el ingreso a agentes deportivos.
La agenda de la Casa de la Selección la maneja Vinicio Luna, ex coordinador de las selecciones. Él es el administrador. Con él se comunican los gerentes de los clubes para coordinar los días que permanecerán hospedados.
Luna se encarga de receptar hasta el menú de comidas que los médicos elaboran.
Ese menú pasa a las manos de Liseth Méndez y Consuelo Gonzalón, quienes son las chefs. Liseth, de 20 años, es hija de Juan Méndez, quien es uno de los empleados de confianza de Luna desde que era coordinador de la Federación. Consuelo también fue contratada por las recomendaciones de Méndez.
Las chefs se encargan de complacer los gustos de los jugadores. Barcelona, que ha estado cuatro veces este año, pide hasta aceitunas, quesos, nueces….
El ‘Ídolo’ gasta USD 800 diarios, mientras que el Cuenca invierte USD 400. Los morlacos no piden más que las tres comidas y son los que menos consumen.
Los azuayos se han concentrado tres veces en la Casa, que tiene espacio para 120 personas y en la que trabajan 12 empleados, entre jardineros, utileros, guardias, personal de cocina, limpieza y coordinadores.
Los alimentos son comprados diariamente. Jonhy Pallo, quien es un sargento en servicio pasivo, es el encargado de hacerlo. Él, que también es el segundo jefe después de Luna, compra los productos en la cadena Supermaxi.
El club que más frecuenta la Casa de la Selección es la Católica, que juega en la B. Este equipo, que tiene a Vinicio Luna como coordinador, se entrena entre dos y tres días a la semana y se concentra antes de cada encuentro.
Cuando la Tri de mayores se reúne, el personal extiende sus horas de trabajo. Esos días, la jornada en la cocina se inicia a las 06:00 y termina a la 23:00.