Los jugadores de la Selección de Francia celebran el gol anotado ante Alemania en partido jugado por la semifinal de la Eurocopa 2016 en Marsella. Foto: AFP
Dos goles de Antoine Griezmann, uno de penalti en la primera mitad, y otro tras el descanso, dieron el pase a la final de la Eurocopa a una selección francesa que aprovechó sus oportunidades para asegurarse la lucha por el título.
El domingo en París le aguarda la Selección portuguesa liderada por Cristiano Ronaldo y que se clasificó luego de vencer por 2-0 a la Selección de Gales.
Griezmann, criticado en el arranque del torneo, se ha convertido en el ídolo de la afición. Máximo goleador del torneo (con 6 tantos) y el jugador decisivo. Él solo cambió una eliminatoria que se preveía cuesta arriba.
En un partido marcado por la emoción, en las gradas, y la tensión en el campo, Alemania se vio sorprendida por la vigorosa puesta en escena francesa. El equipo de Didier Deschamps quiso prolongar la euforia de las gradas y salió dispuesto a atropellar a su rival.
Con la misma alineación y un plan similar al del partido contra Islandia, Francia superó a los campeones del mundo en unos primeros minutos en los que Manuel Neuer sostuvo a su equipo, con una gran intervención a un disparo de Antoine Griezmann, que culminó de esa forma una buena jugada con Blaise Matuidi.
Fueron diez minutos de agobio, de presión desbocada, pero no acabaron en nada. Alemania recompuso la figura y, con la entereza del campeón del mundo, fue creando superioridades en todas las zonas del campo.
Tuvo el balón Toni Kroos, imperial, jugó entre líneas Mesut Özil y Francia se encontró defendiendo en su campo, con Griezmann diez metros detrás del círculo central y si posibilidad de contragolpe. En esos momentos, sólo Hugo Lloris, con un par de despejes de mérito y Samuel Umiti, providencial al cruce frente a un caótico Thomas Müller, evitaron que el juego alemán tuviese recompensa.
Y, sin embargo, los campeones del mundo llegaron al descanso por detrás en el marcador. Francia, que no se había vuelto a acercar con peligro a la meta de Neuer más que con un contragolpe de Olivier Giroud, que cortó tirándose con todo Benedikt Höwedes, se encontró con un ingenuo penalti de Bastian Schweinsteiger en el 45.
Una mano dentro del área, ante Patrice Evra, increíble para el jugador europeo que más partidos de fases finales ha disputado (38).
No falló Griezmann y cambió el curso de la semifinal y el ánimo de una selección alemana que no aturdida por el marcador, pese a su 64 por ciento de posesión.
Antoine Griezmann remata al arco de Manuel Neuer durante el compromiso entre las selecciones de Francia y Alemania por la semifinal de la Eurocopa 2016. Foto: AFP
Tras el descanso, mantuvo su plan Alemania -de nuevo golpeada por una lesión, ahora de Jerome Boateng-, pero con menos profundidad, por lo que L w sacó a Mario G tze, el héroe del Mundial otra vez al rescate.
Pero no hubo forma. Griezmann aprovechó el primer balón que el cayó al área, tras un apurado despeje de Manuel Neuer y sentenció la clasificación ante un equipo alemán sin suerte -Julian Draxler estrelló un balón en el larguero- que tiró de orgullo y cayó con dignidad.
El domingo, en Saint Denis, Ronaldo y Griezmann, ovacionado por la grada cuando fue sustituido en el 92, lucharán por la corona. La propia y la de sus selecciones.