El partido amistoso que la selección peruana disputará el miércoles en Túnez servirá de balón de oxígeno para que la Federación peruana de fútbol (FPF) resuelva la grave crisis por impagos y deudas de los clubes, con huelga de jugadores y retiro de equipos, que mantiene en vilo al campeonato en su segunda fecha.
El enfrentamiento entre la Asociación de Clubes, que agrupa a los 16 equipos de primera división, y la Agremiación de futbolistas, el gremio de jugadores, está en un callejón sin salida donde ambos bandos esperan a la FPF para tomar una decisión sobre el futuro del torneo.
El fútbol peruano afronta así una de sus peores crisis con sus equipos más populares, como Universitario y Alianza Lima, asfixiados financieramente y en virtual quiebra. Universitario (que adeuda USD 1,5 millones), Cienciano (USD 700 000 ) y Alianza Lima (USD 570 000), encabezan la relación de morosidad por deudas salariales.
La segunda fecha del torneo ha sido programada para el tres de marzo, pero se ignora como podrá continuar con el retiro oficial del bicampeón San Martín tras la huelga. La posición oficial de la FPF recién se podrá conocer el lunes próximo cuando su presidente Manuel Burga reciba a la Asociación de Clubes en lo que la prensa local califica como “día clave” para el fútbol.
Burga, quien se encuentra en Zurich en una reunión de la FIFA, tratará de poner la casa en orden y evitar que el caos se siga apoderando del torneo de primera división que se jugó con juveniles por una huelga de los futbolistas en su primera jornada el pasado fin de semana.
El mandamás de la FPF conminaría a los clubes a pagar las deudas que se remontan al 2011 en plazos de 12 meses, como reclamó el gremio de jugadores, bajo la amenaza de perder la categoría y bajar a segunda división, según un trascendido publicado por la prensa deportiva. “Esperamos llegar a un acuerdo de pago. No hay duda que la reunión con la FPF será beneficiosa”, dijo Rubén Gabino, delegado de Universitario, que hace una semana rechazó un pedido similar del gremio de futbolistas.
La FPF habría resuelto aplicar su advertencia del 15 de febrero cuando anunció que si los clubes no cancelan las deudas que tienen con la Agremiación de Futbolistas “se irán al descenso”, lo cual fue tomado como una estrategia para que negocien las partes en conflicto.
La crisis se agudizó cuando los clubes hicieron oídos sordos de su petición y se desató una cascada de acontecimientos sin precedentes: huelga, juveniles en las canchas, retiro de clubes del torneo, multas y despidos masivos. “Que la Federación tome cartas en el asunto es síntoma de que todo llegará a buen puerto”, dijo Karla Bozzo, presidenta del club Sport Boys, uno de los clubs deudores que despidió a cinco de sus jugadores que acataron la huelga alegando “bajo rendimiento”.
El viento parecería soplar a favor de los jugadores luego que el martes el presidente de los Agremiados, Francesco Manassero y el vicepresidente de la FPF, Aníbal Calle, acordaron desconocer los artículos de las bases del torneo que otorgan 24 meses a los clubes para refinanciar sus deudas.
La crisis afecta el estado de ánimo de los jugadores de la selección peruana que participa en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial Brasil-2014, lo que llevó al uruguayo Sergio Markarián, entrenador de la selección peruana, a solidaridarze con ellos.
En ese contexto el duelo amistoso de Perú contra su par de Túnez el 29 de febrero en ese país cae como anillo al dedo para acercar posiciones en medio de la incertidumbre sobre el futuro del campeonato.
El amistoso le servirá al elenco inca de preparación de cara a su compromiso contra Colombia, en junio en Lima, por la quinta fecha de las eliminatorias. El titular de la FPF ha responsabilizado a los clubes de generar la crisis por ofrecer millonarios contratos a los jugadores, que no han podido cumplir.
“En el 2011 hubo 45 futbolistas, de los cuales 20 eran extranjeros, que ganaban más de 15.000 dólares mensuales, pero lo increíble fue que había uno que ganaba 40 000 dólares”, explicó. Juan Baldovino, asesor legal de la Agremiación de Futbolistas, informó que “ hay 220 jugadores que están reclamando deudas y están repartidos en los clubes de Primera División”.