La violencia ya es un mal del fútbol. La sufrida victoria que logró El Nacional sobre el Macará (2-1) y que lo mantiene con opciones de seguir en la Serie A, pasó a segundo plano luego de los incidentes ocurridos fuera del estadio Atahualpa.
Un grupo de hinchas, identificados con el equipo criollo, generó que el lateral derecho José Madrid fuera agredido por un integrante de la Policía, quien lanzó gas lacrimógeno a su rostro.
Esta fue una causa de la intolerancia que llegaron a tener algunos integrantes de la barra Marea Roja ayer, quienes al final del cotejo primero se ensañaron con el golero Danny Cabezas. “Maric…, maric… Cabezas, maric…”, empezaron a gritarle al portero cuando se dirigía al camerino.
“Si la gente está inconforme, que no venga al estadio. Yo me dedico a hacer mi trabajo”, expresó Cabezas sobre la reacción de los aficionados en el ‘hall’ principal del estadio, ya con ropa de calle.
A través de la cuenta de Twitter la barra se justificó : “Que ganemos el partido no significa que las cosas hayan cambiado”. Esto, antes de aclarar que desean que Cabezas y otros jugadores abandonen el equipo por una supuesta falta de entrega.
Mientras tanto, en el exterior del escenario, junto al monumento, Madrid lidiaba con otro grupo de seguidores que empezó a recriminarle por su posible traspaso a Liga de Quito al final de esta temporada.
El futbolista reaccionó ante las agresiones verbales y se agarró a golpes con esos hinchas. Dos policías intervinieron de inmediato y uno de ellos se lanzó contra el jugador y lanzó durante gas a su rostro durante unos cinco segundos. Madrid lucía el uniforme de concentración del club criollo.
El apoyo de los compañeros de Madrid fue inmediato y, junto con el jefe de Prensa del equipo, Jaime Mayorga, reclamaron al gendarme por su acción. Pedían que el resguardo fuera para los jugadores. “Estamos menos, estamos indefensos. Debería protegernos a nosotros, no atacarnos. La lucha es un jugador contra un grupo”, exigió el también arquero Bonard García, con evidente indignación y molestia.
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Al mismo tiempo, Madrid era atendido por compañeros, familiares y amigos. Sus ojos estaban rojos y lagrimeantes. Respiraba con cierta dificultad y por eso se quitó la camiseta. Finalmente, fue trasladado a la clínica de El Batán para ser observado. El reporte indicó que se recuperó y que ayer mismo salió del lugar.
Quien tuvo una suerte distinta fue el delantero Édison Preciado. El ariete, la figura del partido de ayer porque originó los dos goles de Bryan Oña y Edmundo Zura, salió del camerino en la general sur. Los hinchas lo felicitaron.
Preciado estuvo acompañado por su hijo y su esposa. Con su decisivo aporte, El Nacional consiguió ese triunfo que requería para mantenerse con nítidas opciones de continuar en la Serie A.
La salida del técnico Sixto Vizuete golpeó anímicamente a los jugadores, reconoció el DT encargado Orlando Narváez. Por ello, trabajó durante el viernes y el sábado en la parte anímica. Sin embargo, nunca se imaginaron que los hinchas reaccionarían de esa manera, luego de la victoria.
Ayer se confirmó la detención de una persona adulta. Tres menores fueron aislados. Madrid se defendía de ellos antes de ser rociado con gas por el gendarme.
Lo cierto es que ayer El Nacional mostró argumentos sólidos en la cancha. Lo negativo fue la hinchada, que solo dejó una recaudación de USD 14 162,51.