La UEFA propone suspender al menos por 10 partidos a jugadores y dirigentes responsables de insultos racistas y de cerrar las tribunas desde donde partan ataques similares por parte de los espectadores.
“Necesitamos sanciones con fuerza para disuadir esos comportamientos y si hay reiteración se cerrará el estadio y se aplicará una multa mínima de 50 000 euros”, afirmó Gianni Infantino, secretario general UEFA, en un congreso en Manchester.
La UEFA, que hoy mismo condenó a Dinamo Kiev a jugar sus próximos dos partidos de local a puertas cerradas, por la conducta racista de sus hinchas ante PSG el 21 de noviembre y contra Burdeos el 14 de febrero, quiere aplicar sanciones más severas a partir de la próxima temporada. El club ucraniano, sancionado igual que el italiano Lazio, apeló las sanciones, que deberían ser aplicadas en los dos próximos partidos que Dinamo deba jugar en copas europeas, a raíz de la conducta racista de sus fanáticos.
Las nuevas sanciones de “tolerancia cero” hacia el racismo fueron debatidas en diversos órganos y deberán ser aprobadas por el Comité Ejecutivo de la UEFA, que preside Michel Platini, en un Congreso previsto para fines de mayo en Londres. Hasta tanto, la UEFA recordó que los árbitros están autorizados a suspender el partido en caso de cánticos racistas.
Infantino recordó esta medida a fin de evitar que se repitan sucesos como los que afectaron al volante ghanés de Milan, Kevin-Prince Boateng, quien a comienzos de año abandonó el campo junto con sus compañeros de equipo, harto de insultos racistas de fanáticos de Pro Patria, en un partido amistoso que se jugaba en Italia.
La decisión de suspender un partido, recordó Infantino, debe corresponder siempre a los árbitros, no a los jugadores.