Entrenamiento del plantel de jugadores del Delfín Sporting Club en el complejo Los Geranios en el sur de Manta. Foto: David Paredes/ EL COMERCIO
Manta se alista para una fiesta. Los habitantes de la ciudad manabita y, sobre todo los hinchas del Delfín Sporting Club, están a la expectativa del juego de mañana ante Liga de Quito.
Solo con el empate, el conjunto cetáceo podrá festejar su primera clasificación a la final del campeonato local, en diciembre, y a la Copa Libertadores de América del 2018.
El encuentro se jugará desde las 12:00, en el estadio Jocay, en el puerto manabita.
Ayer, el entrenador uruguayo Guillermo Sanguinetti trabajó por primera vez en la semana a puertas cerradas. En el ensayo, debía poner en la cancha el equipo estelar que recibirá a los universitarios.
Antes de la práctica de balompié, el plantel hizo trabajos con balón y recreativos. Los jugadores también se divirtieron con un poco de fútbol–tenis.
Para este encuentro, el estratega tendrá dos ausencias. El lateral José Madrid y el extremo Henry Patta continúan con sus procesos de recuperación por lesiones.
La alineación sería la misma que ubicó ante Barcelona Sporting Club, en el estadio Monumental de Guayaquil: Pedro Ortiz; Marcos Cangá, Francico Silva, Jhon Chancellor, Geovanny Nazareno; Luis Luna, Matías Dufard, Jordan Sierra, Jacob Murillo; Carlos Garcés y Roberto ‘La Tuka’ Ordóñez.
Esta ha sido la alineación titular base de la campaña del club que tiene a toda la ciudad manaba soñando.
Los jugadores están tranquilos. Los periodistas, poco a poco, se han ido alejando del complejo Los Geranios. Esto tranquilizó a los jugadores, que están enfocados en obtener, al menos, el empate que les dará el primer lugar de la fase.
Los aficionados, en cambio, continúan llegando al complejo deportivo. Algunos tienen el objetivo de sacarse fotos y buscar autógrafos de la plantilla de futbolistas. Otros, más audaces, preguntan por los cachorros que nacieron en el complejo y que están en adopción. Esto ha sido otro gancho para atraer a los hinchas.
Ayer, los comerciantes informales salieron a las calles y la ciudad se empezó a ‘pintar’ de amarillo y azul (los colores del uniforme titular del Delfín).
Los sectores donde más se comercializan las camisetas son Tarqui, una de las zonas afectadas por el terremoto del año pasado, y las calles aledañas al estadio Jocay.
Cerca del escenario, se ubica Javier Bustamante, comerciante informal. Él aprovecha este encuentro para vender toda su mercadería. Dice que apenas hay camisetas azules y que ha hecho ‘maromas’ para obtenerla.
En su ‘stock’, hasta las 12:00 de ayer, solo le quedaban 67 prendas. Él estima que entre hoy y mañana venderá toda la indumentaria.
Una camiseta ‘pirata’ del club puede costar entre USD 4, la más pequeña, y USD 10 aquella prenda grande.
Además, el manabita vende la indumentaria de Liga de Quito. La ‘casaca’ de los albos es la que menos atractivo genera entre los manabitas. Según Bustamante, esto ocurre por el mal momento del conjunto quiteño.
Hasta las 12:15 de ayer, ya se habían vendido 2 500 entradas de las 7 000 que salieron a la venta. El escenario no puede acoger más hinchas puesto que los graderíos de la tribuna se destruyeron por el terremoto.
Según Andrés Pizarro, gerente de marketing del cuadro manabita, el sistema de comercialización ha sido un éxito.
Las entradas se venden en la matriz del restaurante Asadero Esquina de Ales, ubicado en la Calle 13 y Ursa, y en las sucursal del barrio La Aurora. Los directivos también pusieron un punto de venta en Montecristi y Jaramijó, dos ciudades cercanas a Manta.
Los hinchas de Liga tienen definida su localidad. Se ubicarán en la general sur, donde está colocada una carpa para los periodistas.