LDU participará en la Súper Liga femenina. Aquí, en una práctica en La Carolina. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
El objetivo es ese: contar con un fútbol femenino profesional a mediano plazo. La realización de la Súper Liga es el primer gran paso y al que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) le ha puesto especial atención.
“Los clubes deberán presentar 15 contratos de horas aficionadas, como mínimo. Tenemos un modelo porque debe existir un vínculo legal entre la deportista y el club”, detalló William Poveda, gerente del Sistema de Licencias de Clubes, de la FEF.
No hay cifras mínimas ni limitaciones, pues en el caso del club Ñañas, el 80% del plantel cuenta con un contrato por el salario básico unificado, USD 394, más los beneficios de ley como decimotercero y decimocuarto, y la afiliación al Seguro Social. “Es histórico para el fútbol femenino, porque nunca antes se lo hizo en Ecuador”, detalló Fernanda Vásconez, de Ñañas.
Para Mabel Velarde, de Católica, este torneo marca un camino hacia el profesionalismo del fútbol femenino. “No será mucho, pero ya recibiremos sueldos”.
Según William Poveda, la Ecuafútbol trabaja con los clubes en el área de mercadeo, para que logren captar mayores recursos y formar planteles competitivos. Por ello, también, se ha recomendado a los equipos de la LigaPro, que en lo posible organicen sus programaciones en dobletes. “Queremos que el fútbol femenino se visibilice, que la afición se acostumbre a mirar esos partidos como preliminares del masculino”.
Raquel Alvarado, de Independiente del Valle, dijo que su club iba a atender esta recomendación, pero que el calendario no coincide. El equipo femenino jugará en el complejo de Chillo–Jijón.
El reglamento de la Súper Liga exhorta dos obligaciones que tienen que cumplir los clubes. Una es el cupo máximo para extranjeras, que es de cuatro, pero solo tres en cancha. La mayoría de equipos inscribió jugadoras foráneas, pero otros como El Nacional, solo jugará con ecuatorianas.
El campeonato tendrá 234 partidos, donde los 22 clubes deben cumplir la segunda obligación: alinear a dos jugadoras menores de 17 años. Esta disposición se sostiene porque el próximo año se realizará el Sudamericano Sub 17 y se pretende dar actividad a las posibles seleccionadas.
“A finales de junio comenzará el campeonato nacional Sub 16, no olvidemos que el reglamento de Licencias de Clubes de la FIFA así lo establece”, añadió Poveda.
La FEF invertirá en la organización de la Súper Liga femenina USD 350 000, dinero que será financiado por tres firmas comerciales que son los auspiciantes del torneo.
La FEF también asumirá los gastos de arbitraje y los delegados. También pagaremos el transporte interprovincial de los clubes, y todas las jugadoras contarán con un seguro médico, en caso de lesión.
Igual que en la LigaPro, el club que no presente a un médico en la banca durante los encuentros oficiales será sancionado con USD 200. Lo que no es obligatorio es contar con una ambulancia durante el partido en el estadio, pero sí debe existir un plan de contingencia en caso que una jugadora deba ser ingresada a un centro de salud.
La organización también les exigió a los clubes que presentaran los certificados médicos de las 550 futbolistas inscritas, en el que se detalle que estén aptas para estos cinco meses de competencia que durará la Súper Liga.