Kerly Real tiene 21 años y juega en el Córdoba CF de la Segunda Categoría de la Liga Española. Formó parte de la Selección que participó en el Mundial de Canadá 2015. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Varios objetivos cumplió Kerly Real en España. Fue titular en el Córdoba CF de la Segunda Categoría de la Liga española; el equipo subió a la Primera B y le aguarda un contrato de renovación.
“Han sido dos años y medio de adaptación. El primero fue duro, jugué por el Málaga, donde todo fue aprendizaje. Este segundo año me fue mejor en lo deportivo y en lo personal”, dijo la futbolista, de 21 años.
Llegó la semana pasada y pese a que se encuentra en un período de vacaciones, se entrena a diario con El Nacional. “Ha sido grato encontrarme con la noticia que en el país ya tenemos una Superliga femenina. Voy a estar en Ecuador hasta la primera semana de agosto, por ello no he concretado nada con ningún equipo”.
En esta segunda temporada en España jugó 35 partidos, donde fue titular. “Hicimos una gran campaña, en la primera vuelta, perdimos un partido y empatamos dos, el resto lo ganamos todos”, relata con orgullo y felicidad.
En Espuce, el equipo donde jugó desde que tenía 14 años, era un ‘comodín’ pues jugaba donde el técnico le pedía y cumplía en todos los puestos a cabalidad. Se desempeñaba como lateral por derecha, mediocampista de creación, de 10, volante por derecha y hasta delantera. “Este último año jugué como volante por fuera, en la banda derecha, pero claro, si hay que apoyar a las chicas de la defensa, no tengo problema”.
Es partidaria de que en el fútbol actual, no hay posición fija, “porque, en el juego, se rota de manera permanente, hay que estar lista para jugar donde el momento lo requiera”.
Su estadía en España le ha permitido tener una visión distinta del fútbol. Detalla que en Europa se juega y se entrena de manera diferente a como se lo hace en Sudamérica. “El fútbol en España es táctico, rápido y con orden técnico. En los entrenamientos, se trabaja con el balón en tácticas, no es como aquí, que prevalece la parte física”.
Por eso, antes de cada cotejo se observan videos de los equipos rivales, y se trabaja en la táctica para neutralizar su fútbol y poder lograr los goles.
El Córdoba CF le tiene listo su contrato de renovación, hay un acuerdo en un 80%, pero en estos días, la futbolista analiza una opción más. En ese club también jugó con la chilena Johanna Carranza. “Las dos le dimos el toque sudamericano, el pase diferente, que caracteriza a nuestro fútbol. Mi labor era comerme la banda y enviar el balón al centro del área para el gol. No anoté, pero sí di muchas asistencias”.
El tiempo que le queda libre, tras los entrenamientos los dedica al estudio. Cursa una ingeniería en desarrollo deportivo y luego comenzará las clases para entrenadora de fútbol.
De la Superliga femenina, que este año se estrenó en Ecuador, Kerly se mostró feliz. “Las chicas deben afianzar este proceso del fútbol femenino por nosotros y por las pequeñas que vienen detrás. He visto algunos partidos y he comprobado que hay varias jugadoras con talento”. Ella, en España, dice que ha dejado abiertas puertas para que otras jugadoras también puedan incursionar en la Liga Española. “Hay opciones. Haber jugado el Mundial de fútbol hace cuatro años nos permitió salir del país”.
Estas semanas de vacaciones quiere pasar más tiempo con su madre, Hermosa Carranza. Las dos se extrañaron mutuamente. Ya está en casa , donde ha podido comer majado de verde, encebollado y fritada. Buscará unos días para ir a Guaranda a visitar a su abuelita Ángela y comer las humitas con las que la consentía desde niña.