El Mundial de Fórmula Uno, que se iniciará el 16 de marzo en Australia, ofrece ser más atractivo para los aficionados. Los revolucionarios cambios que impuso la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) de dar un paso adelante en la fiabilidad mecánica (y electrónica) de los autos puso en apuros a Red Bull y a su estrella, Sebastian Vettel.
El cambio a motores turbo de seis cilindros obligó a las escuderías a realizar un rediseño radical de los bólidos y propició el resurgimiento de Mercedes y Williams.
Las pruebas preliminares asombraron a algunos, con Vettel -quien buscará en el 2014 su quinto campeonato de pilotos consecutivos- y su equipo Red Bull batallando con una serie de problemas técnicos. En tanto, el brasileño Felipe Massa, en su nuevo Williams, consiguió los mejores tiempos.
“No hemos realizado suficientes vueltas, no tenemos la velocidad en comparación con algunos otros equipos”, dijo Vettel, quien el año pasado igualó el récord de 13 triunfos en un año de Schumacher e igualó las nueve victorias seguidas de Alberto Ascari.
Si Red Bull no tiene la velocidad necesaria en Australia y en las primeras carreras tendrá oportunidades para recuperarse en la temporada que consta de 19 carreras. El GP de Rusia es la nueva válida del calendario, en octubre. En tanto, que el GP de Austria volverá en junio. La carrera de Corea salió del calendario y la de India no habrá.
Los problemas previos de Red Bull fueron ocasionados por los contratiempos iniciales de Renault con el nuevo motor V6 y partes asociadas del sistema de transmisión. Eso también impactó a los otros equipos suministrados por Renault: Lotus, Toro Rosso y Caterham.
Los equipos que utilizan motores Mercedes han logrado destacarse durante los ensayos y son favoritos para las primeras carreras.
Así, la forma en que se ajusten los equipos a los retos técnicos será el tema de la temporada. Será atractivo observar como Fernando Alonso y Kimi Raikkonen manejarán su relación de compañeros en Ferrari.
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