Las dudas empezarán a despejarse mañana en el circuito de Jerez (España), pero Ferrari mira con optimismo el 2014 confiando en la armonía entre sus pilotos, el efecto Schumacher y el nuevo F14T con morro de aspiradora.
Subida sobre la nueva “diosa roja”, la “Scuderia” quiere poner fin a la hegemonía de Red Bull y el alemán Sebastián Vettel en la Fórmula 1.
En la caza del título, el español Fernando Alonso confía ante todo en el efecto Michael Schumacher, pues el alemán tuvo que trabajar cuatro años antes de ser por primera vez campeón con Ferrari.
“Yo me encuentro ahora en el quinto año y espero poder repetir alguno de sus éxitos”, dijo Alonso en la presentación del nuevo auto el sábado en Maranello. Para devolver a la casa italiana a lo más alto, advirtió el bicampeón mundial, debe “reinar una perfecta armonía y aceptar que la prioridad la tiene el equipo”.
Con el fichaje este año del piloto finlandés Kimi Raikkonen, Ferrari es el único equipo que tiene una pareja de campeones del mundo en sus “cockpits”.
El coche fue sometido a un auténtico lifting. La nueva normativa redujo la altura máxima permitida del morro de 55 a 18,5 centímetros.
A la altura de la suspensión de las ruedas, el morro del auto da un drástico salto hacia abajo y se hace casi plano. Además es más ancho que todos los modelos conocidos de la competencia.
“El reto técnico es el mayor en los últimos 10 años en la Fórmula 1”, dijo el jefe del equipo rojo, Stefano Domenicali. El italiano no exagera. Junto al desafío técnico de los nuevos motores turbo y el complejo sistema híbrido, los diseñadores tuvieron que atender también sobre todo a las modificaciones aerodinámicas en la parte delantera.
No pasa tampoco inadvertido el color negro que cubre la parte trasera del chasís, pero los detalles técnicos no se podrán realmente apreciar hasta que el coche sea presentado oficialmente en los primeros tests de pretemporada.
Desde el 2007, con Raikkonen, Ferrari no logra el título mundial de pilotos, mismo que espera recuperar en esta temporada.