Los jugadores del Quito se vieron afectados con la deuda de ‘Palmira’. Foto: Archivo El Comercio
Francisco Acosta, secretario general de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), tuvo que llamar a los directivos del Deportivo Quito para pedir que se cancelara la deuda al exdelantero chulla Néstor Salazar. Esto lo reveló Patricio Salazar, vicepresidente del club.
En ese momento se reunieron directivos del Quito e hicieron los cálculos pertinentes para reunir los USD 17 373 que le debían al exjugador.
Ese monto correspondía a los intereses generados desde el 2006, cuando el exdelantero militó en el cuadro capitalino. Según Patricio Salazar, la deuda se pagó en su totalidad, por lo que ‘Palmira’ está fuera de la lista de 13 acreedores que han demandado al club en la FIFA.
La deuda con ‘Palmira’, que bordeaba los USD 86 000 en su totalidad, corresponde al 39,09% del presupuesto mensual de la institución. Según el vicepresidente del club, la directiva gasta cerca de USD 220 000 cada mes. Por lo que este pago cambió los planes del mes de octubre.
Carlos Sevilla, entrenador del primer equipo, se mostró preocupado por la situación y aclaró que el pago de esta deuda impidió que sus jugadores recibieran el dinero correspondiente de la segunda quincena de julio. Algo que ya había prometido la dirigencia.
“La dirigencia hace un esfuerzo para tratar de cancelar las deudas y también para pagar a los jugadores (…) Esos recursos, que estaban destinados a cubrir la segunda quincena de julio, ahora son utilizados para pagar estos imprevistos de última hora. Ahí es que comienza la incertidumbre, la incomodidad de los jugadores. Todo el trabajo que hicimos, especialmente en la parte motivacional, se desmorona y no tiene efecto”, dijo Sevilla, molesto por la situación.
Salazar aclaró que el dinero recaudado para pagar a ‘Palmira’ no salió de la FEF. José Gallegos, síndico del club, hizo la gestión en Guayaquil y a través de la Ecuatoriana de Fútbol se depositó en la cuenta del exfutbolista colombiano.
Además de cambiar los planes financieros del club, esta deuda también puso en jaque a la FEF. La FIFA pidió el documento en el que se verifique la sanción y reducción de puntos al Deportivo Quito. Caso contrario, se le impedirá la participación en torneos y eventos organizados por el ente rector.
“La FEF ha solicitado a la Comisión Disciplinaria de la FIFA revea la sanción impuesta a nuestro afiliado, tomando en consideración que lo adeudado se refería a intereses que no habían sido oportunamente establecidos y que, por el monto de la deuda, no correspondería aplicar la decisión que se adoptó por una cantidad mayor, bien entendido que de acuerdo con el Código Disciplinario FIFA, en estos casos, la sanción debe ser equitativa en relación con el monto reclamado”, informó la Ecuafútbol.
Víctor Mestanza, de Relaciones Públicas de la FEF, dijo que el tema estaba solucionado y que no habría suspensiones que perjudiquen a las distintas selecciones.
Pero esta no es la única deuda ni demanda que el Deportivo Quito afronta en la FIFA. Carlos Ischia, entrenador campeón en el 2011, demandó al club por USD 900 000 y Federico Nieto, exdelantero del 2013, lo hizo por USD 250 000. Estos son los valores más altos del total de la deuda a través de la FIFA. A ellos se suma la de Fabián Carini, quien el 15 de septiembre puso una nueva demanda a través del organismo mundial por USD 120 000.
Según un documento presentado por la exdirigencia de Santiago Ribadeneira, la deuda total en la FIFA llega a los USD 1,4 millones. Por este motivo, la dirigencia se reunirá con algunos de estos acreedores para renegociar las deudas.
Este Diario se contactó con Jorge Piedra, abogado del club. Él reveló que están negociando y resolviendo entre 12 y 13 casos similares a los de ‘Palmira’ Salazar. “Pero hay algunos montos que son exagerados”.
“Tenemos entre 12 y 13 juicios en la FIFA. En muchos de los casos no entraron por contabilidad. He tomado las causas. Las pretensiones de los jugadores son demasiado altas. Hay cantidades de USD 100 000 para arriba, como que fuéramos petrolera. Se disparan porque los directivos anteriores no resolvieron las situaciones laborales”, dice Jorge Piedra.
“Esta situación fue un halón de orejas para el Deportivo Quito. Esto nos obliga a que busquemos soluciones y negociaciones con los otros acreedores”, finalizó Salazar.