El quiteño Esteban Noboa ha practicado taekwondo la mitad de su vida. Al igual que 148 deportistas más que participaron en el Campeonato Nacional que se cumplió en Quito entre el sábado 18 y la madrugada del domingo 19 de enero, el quiteño es cinta negra en esta disciplina de origen coreano. El evento clasificatorio para torneos internacionales finalizó a las 03:00 del domingo.
Noboa tiene el cabello un poco ondulado y cumplirá 15 años en marzo. Ocho años atrás, su padre le llevó para que aprendiera a patear con el entrenador Edwin Arteaga, en la academia Tae Beak ubicada en la Plaza del Teatro.
En este deporte olímpico los competidores usan un peto protector en el pecho, cabezal y las patadas son las que mandan.
El entrenador de Pichincha, Marcelo Ochoa, estima que las patadas ocupan el 70% del abanico de golpes que dan puntos en este deporte. Precisamente las patadas, algunas con giros vertiginosos en el aire, dieron a Noboa los puntos y luego la medalla dorada en el nacional, en la modalidad light middle.
Ahora, como campeón nacional de su categoría, el quiteño será parte de un concentrado que se realizará la semana próxima en el Centro de Alto Rendimiento de Carpuela, en Imbabura. Allí se reunirán los 20 campeones juveniles, entre hombres y mujeres, para practicar y ante todo para que los entrenadores de la Federación Ecuatoriana de Taekwondo decidan quiénes integrarán la selección nacional que irá al preolímpico de Taipéi, previo a los Juegos Olímpicos de la Juventud que se realizarán en China en Agosto. Al momento, por cuestiones de presupuesto de la Federación, hay cuatro cupos para el evento.
Noboa espera alcanzar uno de esos cupos, pues siente que representar al país en un evento internacional le permitirá acercarse más a su gran objetivo que es ser el “mejor” del mundo en su especialidad.
Estudiante del Colegio Borja 3, cuando el adolescente empezó a practicar no le gustaba el deporte. En su niñez prefería estudiar, pero se aficionó al taekwondo a los 12 años cuando empezó a pelear y a competir. Entonces se dio cuenta que le encantaba seguir el plan de pelea, que varía según el contrincante, para intentar conseguir una victoria. En ocasiones tiene miedo a fallar, pero generalmente ese temor se convierte en una motivación cuando está ante un contrincante.
Millis Prens, jefe de árbitros de la Federación asegura que en el taekwondo se busca proteger a los deportistas.
En el Campeonato Nacional estuvieron 55 mujeres y 94 hombres. Azuay ganó en la categoría sénior, con 48 puntos. Le siguieron Pichincha (35) y Manabí (30). En juveniles, Pichincha se impuso con 44 puntos. Atrás quedaron Manabí (40) y El Oro (32).