El serbio Novak Djokovic devuelve una pelota ante Karen Khachanov en París el 4 de noviembre del 2018. Foto: Christophe Archambault / AFP
Hace justo un año, en la cabeza de Novak Djokovic se agolpaban las dudas y los interrogantes. Lesionado y con la confianza por los suelos, casi no había ningún asidero al que poder agarrarse para pensar que podría recuperar su mejor nivel, que podría volver a la cima del tenis mundial. Doce meses después, la situación es totalmente opuesta.
El serbio es el jugador del momento, luce un estado de forma como el de sus tiempos dorados y un dato constata hoy tamaña recuperación: Djokovic desplazó a Rafael Nadal y vuelve a ser el número uno del mundo, el mejor tenista del planeta. La última vez que Djokovic estuvo en lo más alto del ranking de la ATP fue el 6 de noviembre de 2016.
Desde entonces han pasado dos años en los que al balcánico le pasó prácticamente de todo. A continuación, una cronología por esos momentos clave:
Noviembre del 2016: El acceso de Andy Murray a la final de París-Bercy convierte al británico en el nuevo número uno y acaba con 122 semanas de reinado de Djokovic. El serbio tiene días después la oportunidad de recuperar el cetro, pero pierde la final del Masters de Londres ante Murray.
Enero del 2017: La nueva temporada arranca con Djokovic batiendo a Murray en la final de Doha, pero el serbio pierde después ante el uzbeco Denis Istomin, entonces 117 del ranking, en la segunda ronda del Abierto de Australia y empiezan a saltar las alarmas.
Adiós a la temporada: El mal momento de forma del serbio queda reflejado con su derrota en los octavos de Indian Wells y su ausencia en Miami, donde no puede competir por sus problemas en el codo. Tras una gira de arcilla sin títulos, parece recuperar sensaciones ganando en Eastbourne una semana antes de Wimbledon.
La hierba londinense sería el último escenario que pisaría Djokovic en 2017, pues el codo le dijo basta y se retiró en cuartos de final ante el checo Tomas Berdych. Días después anunciaría que no iba a competir más en los cuatro meses que quedaban de temporada.
Enero del 2018 con derrota: Djokovic gana sus tres primeros partidos de la temporada en Australia, pero pierde en octavos ante el surcoreano Hyeon Chung, que entonces ocupaba el puesto 58 del ranking. Tras la derrota, afirma que todavía no está recuperado del todo. “Es frustrante, tengo que ver qué está pasando”, afirma.
Marzo, otro mal momento: El serbio cae en la primera ronda de Indian Wells ante el japonés Taro Daniel y repite derrota en Miami con el francés Benoit Paire. En busca de un cambio, Djokovic decide poner fin a su trabajo con el estadounidense Andre Agassi y el checo Radek Stepanek como entrenadores. A mediados de mayo acumula seis victorias y seis derrotas en la temporada y ocupa el lugar 85 de la carrera de la ATP, el ranking que mide únicamente los resultados acumulados durante el curso.
Junio del 2018: A finales de mayo, Djokovic sale del “top 20” por primera vez desde 2006 y cae al lugar 22 del ranking ATP. Sin embargo, y aunque de forma intermitente, el viejo Djokovic empieza a asomarse después de retomar el trabajo con el entrenador de toda su vida, Marian Vajda. Tras perder la final de Roma, se planta en los cuartos de Roland Garros y ahí sufre una dolorosa derrota ante un prácticamente desconocido Marco Cecchinato. Meses después, reconoció que subestimó al italiano. Ese resultado obligó a Djokovic a tomarse un respiro y se fue a escalar a las montañas francesas. “Desde entonces, el tenis es completamente distinto para mí”.
Resurge en Wimbledon. Y tanto que es diferente: desde Roland Garros ganó 35 de los 38 partidos disputados, ganando los torneos de Wimbledon, Cincinnati, US Open y Shanghai. En la hierba de Londres gana su primer Grand Slam en más de dos años y confirma que está de regreso. En semifinales bate a Rafael Nadal con un épico 10-8 en el quinto set y desde entonces prácticamente no hay quien le pare.
22 victorias seguidas para llegar al número uno: En agosto celebró el título de Cincinnati y tres semanas después festejaba en Nueva York el Grand Slam número 14 de su carrera. Estiró su tremenda racha ganando Shanghai y llegó a París-Bercy con el uno entre ceja y ceja. Cumplió el objetivo gracias al abandono de Nadal y su victoria en el debut ante el portugués Joao Sousa. Alcanzó la final y perdió con el ruso Karen Khachanov, poniendo fin a una racha de 22 victorias consecutivas. El serbio asoma ahora como indiscutible favorito para el Masters de Londres.