Fotografía de archivo del 30 de septiembre de 2015 de la producción de meldonium, que ha sido incluido este año en la lista de sustancias prohibidas dentro del tenis por considerar que incrementa el rendimiento físico y mental, en Riga, Letonia. EFE
El ministro de deportes ruso, Vitali Mutkó, exigió el martes 22 de marzo del 2016 a los deportistas de su país, que dejen inmediatamente de tomar Meldonium, el fármaco cardiovascular prohibido desde el 1 de enero pasado.
“Hay que dejar de tomarlo y dejar de esconderse bajo el pretexto de que su eliminación del organismo no está investigada”, dijo Mutkó en una reunión con la plana mayor de su ministerio, días después de recibir un correctivo del presidente ruso, Vladímir Putin.
Pese a ese toque de atención a los deportistas, el ministro aseguró que nadie sabe a ciencia cierta “cuánto tiempo se necesita para la eliminación” del Meldonium.
Tanto expertos rusos, como la compañía letona fabricante de ese fármaco cardiovascular, Grindeks, aseguran que rastros de ese preparado pueden permanecer en el organismo durante varios meses.
Mutkó recordó que la inclusión del Meldonium en la lista de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) “era conocida por todos desde septiembre” del año pasado. “Tenemos que hacer todo lo necesario para que esto (el dopaje) deje el deporte ruso”, subrayó.
El objetivo, recalcó Mutkó, es “hacer todo para que nuestros deportistas vayan a las Olimpiadas de Río”.
La Federación Rusa de Atletismo (FRA), que está suspendida por connivencia con el dopaje, anunció ayer que cuatro atletas rusos dieron positivo por Meldonium en los campeonatos nacionales disputados en febrero.
En total, según informaron los medios locales, unos 40 atletas rusos han dado positivo por Meldonium desde principios de año en más de diez disciplinas deportivas, lo que aumenta las sospechas de la existencia en Rusia de un sistema de dopaje similar a la de la desaparecida RDA.
El gobierno ruso ha abierto una investigación para esclarecer en cada caso de positivo cuándo el deportista consumió por última vez esas pastillas que se pueden comprar en cualquier farmacia sin receta.