El cuidado del sistema eléctrico

Cuidado sistema eléctrico

Dentro de las tareas de mantenimiento rutinario de un vehículo, el sistema eléctrico suele ser uno de los que menos atención reciben por parte de los usuarios. Esto se debe a que muchos desconocen su importancia en el funcionamiento del automotor y, a diferencia de los sistemas mecánicos, es tomado en cuenta casi únicamente cuando se presenta un fallo.
No obstante, en los vehículos modernos la electricidad y la electrónica desempeñan un papel preponderante y sus sistemas son mucho más fiables y requieren menos mantenimiento que los de autos con más de 15 años de antigüedad. Además, quienes realizan los mantenimientos preventivos en concesionarios, especialmente, confían en que todos los componentes sean revisados y atendidos.
Juan Carlos Lema, jefe de taller de Vallejo Araujo, sostiene que en los vehículos modernos el mantenimiento preventivo del sistema eléctrico es más sencillo, pues prácticamente se limita a controlar el nivel de agua destilada en la batería de manera periódica, pues es el elemento refrigerante de las placas internas y tiende a evaporarse.
Durante los controles, que generalmente se hacen cada tres meses, es importante limpiar los bornes y las partes metálicas cercanas, pues residuos de ácido sulfúrico suelen impregnarse en ellas y causar corrosión.
Más allá de ello, Lema indica que el sistema eléctrico requiere que el usuario tenga precauciones tales como evitar lavar el motor con mangueras de alta presión, pues este método puede ser perjudicial para los sistemas de inyección de combustible y de encendido.
Además de los daños que la fuerza del agua pudiera causar a ciertos sensores y conectores sensibles, estos componentes pueden llegar a acumular humedad en su interior, lo cual deriva en problemas de largo plazo.

Algunas conexiones eléctricas manejan voltajes y amperajes bajos que se debilitan aún más y generan fallas electrónicas. Con el paso del tiempo y las variaciones de temperatura que genera la condensación en los momentos en los que el motor está encendido y apagado, el cableado puede deteriorarse.
Como consecuencia de ello llegan a producirse cortocircuitos que afectan a los módulos electrónicos que controlan ciertas funciones y componentes, causando daños severos y costosos.
Por otro lado, el sistema eléctrico de un vehículo cuenta con luces indicadoras en el tablero que alertan al conductor sobre el mal funcionamiento de un determinado sistema. Lema recomienda que el propietario o usuario lea el manual del vehículo para familiarizarse con los testigos luminosos, lo que indican y la acción que se debe tomar.
Por ejemplo, cuando se encienda la luz indicadora del combustible, de la batería o la de la temperatura del motor, el origen es tan diferente como lo que se debe hacer.
En el primer caso, el usuario sabrá que el nivel de gasolina en el tanque es tan bajo que ha llegado a la reserva, y que probablemente tendrá unos 30 o 40 kilómetros más de recorrido hasta llegar a una gasolinera antes de que el auto se detenga.

El segundo caso es de una gravedad moderada. Por lo general, el testigo luminoso de la batería se enciende cuando hay un daño en el alternador, que es el generador de energía eléctrica encargado de mantener cargada la batería, que a su vez la acumula.
Aquí, la luz indica que la batería dejó de recibir carga y que una vez que se agote la que hay en su interior los sistemas dejarán de funcionar y el vehículo se detendrá. Eso podría suceder en varias horas o incluso en días, pero el conductor tiene tiempo de buscar el auxilio mecánico que requiere.
El tercer caso es el más serio y requiere una acción urgente, pues el sobrecalentamiento suele causar daños graves. Si la luz de la temperatura del motor se enciende repentinamente, el conductor debe orillarse y apagar el vehículo de manera inmediata para no comprometer la integridad del vehículo.
Estos son solo tres ejemplos de alertas que el sistema eléctrico del vehículo emite cada vez que detecta el funcionamiento anómalo de uno de sus componentes. Conocerlas ayuda a saber cuál es el origen del problema, lo que puede causar al vehículo y, sobre todo, a saber qué es lo que se debe hacer para evitar daños posteriores.