El grupo de ciclistas que recorrió 162,5 km en la etapa del 13 de julio del 2015 en el Tour de Francia. Foto: Kenzo Tribouillard/ AFP
El británico Chris Froome sorprendió hoy, 13 de julio del 2016 a sus rivales en el Tour de Francia de ciclismo con un ataque en los últimos kilómetros de la etapa con llegada a Montpellier, donde el eslovaco Peter Sagan logró su segunda victoria.
El líder de la carrera saltó del grupo de favoritos a 12 kilómetros de la meta y robó 12 segundos más a sus principales perseguidores. La victoria de etapa, de 162,5 kilómetros entre Carcassone y Montpellier, se la llevó Sagan, quien fue quien inició el ataque.
El campeón del mundo, que viste el jersey verde en el Tour, sumó además de la segunda victoria en la edición de 2016, la sexta en total en su carrera en la ronda gala.
Froome, que no solo sorprendió a los otros favoritos, sino también a los velocistas como Mark Cavendish, Marcel Kittel o André Greipel, cruzó la meta en segunda posición.
El astuto británico, doble ganador del Tour, ya había atacado la pasada semana también en la bajada del Peyresourde, en los Pirineos, donde metió 23 segundos a su en principio rival más duro, el colombiano Nairo Quintana.
Froome tiene ahora 28 segundos de ventaja sobre el segundo en la general, su compatriota Adam Yates, antes de afrontar mañana la etapa del legendario Mont Ventoux, que fue recortada por los fuertes vientos, y la contrarreloj del viernes sobre 37,5 kilómetros. El irlandés Daniel Martin es tercero a 31 segundos del líder y Quintana, cuarto a 35. “Cada segundo es valioso a estas alturas, cualquier oportunidad es válida para sacar tiempo, no tiene por qué ser en subida. Por supuesto que me da miedo perder energía en estos ataques pero vale la pena correr el riesgo”, comentó Froome.
La distancia que consiguió hoy el británico cobró aún más valor tras la decisión de los organizadores de acortar el ascenso de mañana al Mont Ventoux. La decimosegunda etapa no llegará hasta el tradicional pico, sino que finalizará seis kilómetros más abajo ante los pronósticos climáticos que prevén para mañana vientos por encima de los 100 kilómetros. “La subida al Mont Ventoux es una de las más míticas y legendarias de esta carrera, pero los fuertes vientos que se esperan mañana son un peligro para los corredores. Agradezco que la organización haya tomado la decisión de acortar la subida”, señaló Froome.
Quintana, en cambio, lamentó no tener la posibilidad de acortar distancias en el ascenso, su gran especialidad. “Mañana hubiera preferido que la etapa llegara al final porque es una subida ideal para mí, pero quedan muchos días y mucha montaña”, afirmó el colombiano, que aseguró no haber tenido un buen día. “Ha sido un día complicado para mí. Había mucho viento y el terreno era muy llano. Todo favorecía a los sprinters.
Froome ha sacado unos segundos porque ha sabido aprovechar el momento, pero yo quiero ser optimista. No nos hemos caído y eso que había muchos nervios”, indicó. El ascenso de 15,7 kilómetros que estaba previsto en el programa original prometía ser determinante en la lucha por el título, por lo que se espera que los ciclistas y sus equipos ajusten su estrategia ante el nuevo recorrido. La decisiva etapa se iba a disputar además en un día de festividad en Francia, ya que el 14 de julio se conmemora un nuevo aniversario de la Toma de la Bastilla.