Luis Checa y Matías Oyola le salvaron la tarde al técnico Carlos Ischia, quien estaba en la cuerda floja hasta el minuto 82.
Barcelona perdía ayer 1-0 con Deportivo Cuenca en su estadio y ante la furia de los hinchas canarios, que insultaron a los jugadores desde las gradas. El equipo apeló a la garra porque careció de argumentos futbolísticos y así ganó 2-1.
El exzaguero chulla apareció en el momento indicado (82’) para rematar cruzado en una jugada confusa y puso a delirar a los aficionados, que cambiaron su estado de ánimo en solo unos segundos.
Se ilusionaron más con la expulsión de Galo Corozo y con los 11 minutos (con los adicionales) que tuvo para marcar el tanto de la victoria… que llegó de penal convertido por el capitán de los canarios (90+3’).
Barcelona en su estadio pasó de la angustia al éxtasis gracias a su insistencia ante el último equipo en la tabla de posiciones. Pero esta actitud no tapó las carencias colectivas del cuadro porteño que quedaron nuevamente en evidencia.
Ischia realizó variantes con la inclusión de Geovanny Nazareno, Ely Esterilla y Álex Ayoví en el equipo titular. El DT dejó fuera a Jeison Domínguez, Stalin Motta y a Federico Laurito. El resultado futbolístico fue el mismo, porque Barcelona jamás se conectó entre sus líneas. Le costó hilvanar jugadas y generar peligro. Al contrario, el Cuenca lució más ordenado y práctico en el gramado.
Con precisos contragolpes, el cuadro morlaco abrió el marcador por intermedio del juvenil Ronaldo Johnson (13’). De ahí en adelante, los visitantes fueron más peligrosos que los toreros. Su planteamiento fue osado y por poco dio resultados con las opciones que perdieron Juan José Govea, Juan Cobelli y Alejandro Frezotti.
Ischia tampoco atinó en las variantes. Por ejemplo, incluyó en el segundo tiempo como lateral por izquierda a Bryan de la Torre. Hace dos semanas, el técnico gaucho prescindió de los servicios del zurdo Roosevelt Oyola, quien ayer fue titular con la camiseta morlaca, demostrando su potencial en la marca y proyección, aunque cometió el penal. Este pudo ser una alternativa ante el bajo nivel de Nazareno.
También se animó a ingresar a Motta y a Edson Montaño. El primero generó el penal cerca del final del cotejo, que derivó en la conquista de Matías Oyola. En resumen, la expulsión de Corozo y la entrega de los integrantes amarillos generaron la algarabía de los hinchas y el alivio del técnico gaucho, quien siguió el desarrollo del cotejo con preocupación desde la banca de suplentes.
Ischia admitió durante la conferencia de prensa que Barcelona es un equipo limitado colectivamente. “No pudimos dar tres o cuatro pases seguidos. Tuvimos complicaciones para pasar el balón y generar peligro. Realmente no tuvimos un buen partido, sobre todo en el primer tiempo”, analizó el estratega.
Ante ello, aseguró que buscará soluciones para cambiar la imagen del equipo. “Son cosas que corregiremos durante la semana. El partido no nos dejó tranquilos, pero seguiremos trabajando para las victorias. Nos tocó sufrir mucho, pero ganamos y hay que celebrarlo. Quiero que el equipo juegue mucho mejor”, concluyó el DT.
Barcelona ganó, mejoró su posición en la tabla de posiciones (ver infografía) y eso es lo que cuenta para el seguidor del cuadro porteño, que se quedó alentando un momento más luego de finalizado el cotejo. Sin embargo, el equipo aún depende de sus individualidades.