Carlos Mina le ganó ayer en tres round al irlandés Joseph Ward, en la categoría semipesados. Foto: AFP
Carlos Mina ganó a lo Mina: de guapo. A la contundencia de sus golpes sumó una actitud valiente, provocó a su rival desde el inicio y vino de atrás para derrotar a Joseph Ward, de Irlanda, por fallo dividido.
Mina, el bailarín y rapero, se instaló en los cuartos de final de la división 81 kg de los Olímpicos. El combate se realizó ayer en el Pabellón 6 de Riocentro donde un puñado de ecuatorianos llevó sus banderas y no dejó de alentar.
Ward, subcampeón del mundo en el 2015, tuvo un estilo poco ortodoxo. Abrazaba al rival cuando sentía que éste empezaba a hacerle daño, golpeaba y salía. Tomaba distancias.
Pero los jueces le vieron ganador en el primer round. Mina sacó sus golpes directos de derecha, arriesgó su físico, recibió un par de impactos de su rival, pero él duplicó el castigo.
Ese segundo asalto le permitió igualar el marcador. Para el tercero, había que arriesgar. Nuevamente salió a castigar al rival, buscar espacio y lanzar sus mejores golpes. Acertó en tres ocasiones aunque también recibió golpes.
Por mejor predisposición, por su espíritu de pelea, por su estilo y técnica, dos de los tres jueces le dieron el triunfo. Fue muy apretado, pero ya está en cuartos de final.
“Fue una pelea difícil, después de cada round era aún más complicado”, dijo el gigante boxeador, quien se quebró al mirar imágenes de su madre. “No la veo desde hace mucho tiempo, desde que empezamos esta preparación”.
Admitió que hubo dificultad para enfrentar a Ward porque lo abrazaba de manera reiterada. “Los rivales son complicados, por momentos me llegó a confundir, pero estoy ahí para resolver lo que venga”.
Antes de encarar el tercer asalto, sabía que el marcador estaba igualado. “Tenía que salir a darlo todo, a colocar el mayor número de golpes”. Dijo que está en Río para “luchar por lograr una medalla. Por eso no estoy tranquilo, lo estaré cuando cumpla con mi torneo”.
Otra vez ganó, otra vez bailó, otra vez la gente lo respaldó. Sin ser favorito, está entre los 8 mejores y ya está a un triunfo de asegurar la medalla.
Es él, el gigante que cuando niño subía a los buses a cantar para lograr algunas monedas. Hoy canta porque le gusta el show, porque le gusta trasladar a la gente su alegría de ganar, de calzarse un par de guantes, de pegar.
El domingo se medirá con el francés Mathieu Bauderlique que derrotó al colombiano Juan Carrillo. En su palmarés tiene 66 peleas oficiales, con 22 victorias. “No lo he visto a mi rival, acá no conozco a la mayoría, pero estamos para seguir peleando y avanzar”, dijo.
Quipo cayó al final
El fallo fue unánime y Carlos Quipo cayó al piso. El dolor pudo más ante la derrota frente a Nico Hernández de Estados Unidos, por los 48 kg.
La mejor estatura y alcance del estadounidense al final pesó en este combate que fue muy cerrado. Los dos pugilistas entraron a la pelea decididos a lograr la victoria por eso perdieron miedo a recibir los golpes en el ring. Quipo estalló sus guantes en el mentón de su rival en más de tres ocasiones en el primer asalto, pero no le alcanzó.