Andy Murray en el estadio Arthur Ash. Foto: Dino Garcia, especial para EL COMERCIO
El tenista británico Andy Murray rompió a llorar en la rueda de prensa previa al Open de Australia al explicar el calvario sufrido en el último año tras ser operado de la cadera en enero de 2018.
Murray, quien se estrenará en Melbourne ante el español Roberto Bautista (22), no pudo contener las lágrimas después de ser preguntado sobre sus actuales sensaciones.
“He estado sufriendo durante un largo tiempo, un total de veinte meses. He intentado hacer todo lo posible pero el dolor no ha cesado”, afirmó el escocés.
“No quiero seguir jugando de esta forma, no estoy dispuesto a seguir con este dolor en los próximos cinco meses”, garantizó.
El británico también dijo que se retirará este año y que espera poder aguantar hasta Wimbledon, aunque reconoció que el Abierto de Australia podría ser su último torneo.
“Puedo jugar con límites. Pero los límites y el dolor al mismo tiempo no me permiten disfrutar de la competición ni de los entrenamientos”, indicó desde Melbourne. “Donde me gustaría poner fin a la competición es en Wimbledon, pero no estoy seguro de que vaya a poder hacerlo. Creo que hay posibilidades de que el Abierto de Australia sea mi último torneo”.
Murray, quien ha sido finalista en el primer Grand Slam del año hasta en cinco ocasiones, comentó que tiene que tener en cuenta también la “calidad de vida” y que una nueva operación le podría privar de competir al más alto nivel.