El 5 de febrero de 2009, mediante Decreto Ejecutivo Nº 1572 se prorrogó indefinidamente la vigencia de la iniciativa Yasuní-ITT, que concluía el 31 de diciembre de 2008.
Esta prórroga indefinida se supone fue ratificada en el Programa de Gobierno 2013-2017 -postulados que le sirvieron para obtener el voto, ya que en la propuesta Nº 33 el economista Rafael Correa se comprometió a “reforzar la difusión del proyecto y captación de fondos en la sociedad civil mundial, organizaciones sociales, ecologistas, asociaciones diversas y ciudadanía en general…”.
Ese plan de gobierno se empezó a ejecutar desde el nuevo período de gobierno del Ec. Correa, el 24 de mayo de 2013, lleva en ejecución escasamente 83 días hasta que el Ejecutivo dio por concluidos los esfuerzos para mantener el crudo bajo tierra en el parque Yasuní. Claro, hay que decir también que este proyecto ecológico lo viene desarrollando el actual Gobierno desde enero de 2008, en que se constituyó el fideicomiso internacional Iniciativa Yasuní-ITT (antes denominado fideicomiso para la transición energética).
Esto demuestra que el programa Nº 33 fue una tomadura de pelo del entonces candidato a Presidente, ya que en este período no hubo esfuerzo, ni “refuerzo” en el tema, sino la clara intención de captar votos verdes para ganar la campaña y luego desistir, cuando apenas habían transcurrido menos de 3 meses, de los 48 meses del período para el que fue elegido.