Innumerables han sido las veces en que, en mi calidad de escritora, he elevado mi voz de protesta por la falta de apoyo que venimos sufriendo los artistas e intelectuales, especialmente, en lo que al campo de las letras se refiere. Definitivamente, no existe institución pública ni privada que auspicie, aunque sea parcialmente, la publicación de nuestras obras. En mi caso personal, tengo muchos libros publicados, todos ellos a base de mi esfuerzo intelectual, personal y económico y, cada vez que he intentado solicitar ayuda, todas las puertas, incluyendo las de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, se me han cerrado. A propósito me pregunto: ¿Cómo es posible que, en cada administración de la CCE se pregone que se han publicado centenares de libros?… ¿Cuántas y de qué tipo de “palancas” hay que servirse para conseguir un auspicio? Últimamente solicité el apoyo de esta institución (CCE), supuesta a dar cobertura y “apoyo incondicional” a la cultura, con el propósito de publicar un pequeño libro infantil; primero se me ofreció un “auspicio parcial” pero se me negó rotundamente toda ayuda. Queda claro, entonces, que los escritores ecuatorianos estamos cada vez más imposibilitados de exteriorizar y plasmar nuestras ideas y como si esto fuera poco… prohibidos de promocionar y difundir nuestras obras.