Tres meses le ha tomado a Petroamazonas preparar y entregar la liquidación de haberes de mi hijo que dejó dicha empresa a finales de febrero pasado. Por propias versiones de sus actuales funcionarios ese es el tiempo “normal” que les toma efectuar esta tarea. La explicación ofrecida es que manejan una nómina de algunos miles de empleados (salvo que elaboraren ese número de finiquitos recurrentemente). Juzgo necesario que el señor Correa se entere de estos hechos, deduzco que los desconoce y espero los corrija, pues de ordinario le escucho apelar a la eficiencia y calidad de los servicios que ofrece el aparato público, cuando el hecho que acabo de citar, precisamente, es la antípoda de tales aseveraciones.