El desarrollo sostenible es un proceso que evoluciona sin afectar los recursos naturales del planeta. Actualmente este concepto es un ideal, y surgió como alternativa al modelo de desarrollo consumista, el cual resulta insostenible y totalmente incompatible con la sobrevida del planeta, ya que un planeta limitado no puede suministrar recursos indefinidamente.
El verbo consumir llega a consagrarse por consiguiente con un cierto estigma de antivalor moral, es decir, relativo a la ética. La ética por su parte está relacionada con el estudio fundamentado de los valores morales que guían el comportamiento humano en la sociedad.
La sostenibilidad es, en consecuencia, un concepto fundamentado en una ética global de justicia, responsabilidad y solidaridad. Para que una sociedad, civilización o Estado sean sostenibles requieren como criterio de base la ética. Sin ella, sus productos son solo un consumismo de propaganda, desvalorización y desvarío. ¿Seremos capaces de concebir una revolución ética?