Comparto y con singular entusiasmo la mayor parte de sus artículos sobre dinamia tan elevadamente sensible como la educación. Con el título “La Lista sigue..” Se publica el sábado 4 de este mes un nuevo análisis crítico sobre este tema. En el artículo consta esta propuesta: “Los rectores del 90% de universidades deben pedir disculpas por su actitud permisiva mientras se desquiciaba el sistema”. Según lo que a continuación digo, la respuesta vendrá sola: La Universidad Central fue la primera y la única que presentó y con oportunidad solicitud de reformas a la LOES, la entrega al Presidente de la Asamblea se hizo con una marcha multitudinaria por las calles de nuestra ciudad; protestó por el manejo alegre del programa “Prometeo, viejos sabios”; se negó a aceptar reformas al Nuevo Estatuto en el cual se insertaban adefesios como que la conformación del Consejo Universitario debía orientarse a modo y en consenso con las directivas de las empresas; adelantó e implementó su propio “Reglamento de Escalafón Docente”, que contrastó con la armadura nefasta que es el aprobado por el Consejo de Educación Superior; promovió la estructura y funcionamiento del Consejo de Rectores de las Universidades Clase A, como mecanismo único de hacernos escuchar frente al omnipotente poder que habían adquirido incluso, funcionarios de tercera de la Senescyt; manteniendo vigente ese espíritu contestatario que es símbolo histórico de la Central, rechazamos varias disposiciones que desde la Secretaría de la Senescyt pretendieron vulnerar la fragmentada autonomía universitaria; con sendas y multitudinarias marchas protestamos por la estampida docente que provocaron las decisiones oficiales y entregamos en el seno del Consejo Superior una lista de seis cientos profesores que abandonaban la universidad para reemplazarlos con ofensivas improvisaciones; sentamos enérgica protesta por el despilfarro que se hizo buscando la acreditación internacional de las universidades clase A ante el SACS de EE.UU. la frase del ex rector: “Pichones de escasas plumas nos quieren enseñar a volar” despertó la cólera de los falsos héroes que nos dirigían desde la Secretaría de Educación Superior y concluyó con la agresión de devaluar a casi todas las universidades públicas categoría A Como clara manifestación de chantaje y venganza contra la crítica ejercida por los académicos que no suelen hacer genuflexiones; denunciamos públicamente el manejo mañoso que varios medios públicos hicieron sobre opiniones y conceptos de dirigentes universitarios. Mi lista sigue …