A nivel ministerial sus máximas autoridades son el Ministro y el Subsecretario. Su objetivo, entre otros, es garantizar el derecho humano al agua, regular y controlar las autorizaciones. Garantizar el Sumak Kawsay o buen vivir. Es tan importante que se dice las próximas guerras mundiales serán por el uso del agua. Tan influyente Secretaría debe estar integrada por funcionarios capaces, probos y honrados, siempre apegadas sus resoluciones estrictamente a la Ley, sin menospreciar a los casos chicos, como sucedió el 10 de febrero de 2019 con la Junta de Riego Chitayacu de Guayllabamba, en las elecciones del directorio. El Ing. Hilario Morocho, Subsecretario, dio paso al proceso violando el Estatuto y Reglamentos de la Junta, arrogándose funciones que no le correspondían. Salió favorecido como Presidente, la persona que le había invitado a la asamblea. Su actuación prepotente me hizo recordar los actos parecidos de la década correista, pues pese al fraude del proceso de elecciones, reclamado públicamente por escrito, con la violación del Estatuto y Reglamentos, procedió autoritariamente con su aval el reconocimiento de los directivos electos, y tomó el juramento de Ley para la posesión. Todavía tenemos en el gobierno, Senagua, funcionarios en mi opinión si no correistas, pero con aires e ínfulas parecidas.