Hace unos días, una querida amiga me hizo llegar una publicación anónima. Me pareció oportuno compartirla en estos tiempos, cuando los ecuatorianos somos testigos de la arrogancia por parte del Presidente.
Caminaba por la calle con mi padre cuando era niño y, de pronto, me preguntó:
- Andrés, además del canto de los pájaros, ¿escuchas algo más en esta calle?
- Sí- contesté-, el ruido de una carreta.
-Muy bien- me dijo –es una carreta y está vacía.
- ¿Vacía? –dije –, ¿cómo lo sabes?
Mi padre casi sin pensarlo respondió:
– Muy fácil… mientras más vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace.
Desde entonces, cuando veo una persona hablando demasiado, interrumpiendo, siendo inoportuna, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y menospreciando a la gente, me parece oír la voz de mi padre diciendo: “Cuando más vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace”.
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Recuerda que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Nadie está más vacío que aquel que está lleno de “yo mismo” por dentro. Practica la humildad con regularidad.