El señor José Manuel Yépez Montesdeoca, personaje nacido en Ibarra en 1833, amante cual ninguno de su ciudad natal, siempre estuvo con la mirada visionaria, que auscultaba en su época un futuro promisorio para poner en práctica su especial iniciativa e instalar las industrias que en ese entonces no habían , siendo el inspirador de aquellas grandes inquietudes que determinaron el inicio del verdadero progreso de Ibarra e Imbabura, por lo que a él se le debe el despegue vertiginoso, que la ciudad experimentó desde inicios del anterior siglo, como así lo testimonian los documentos actas del Cabildo y los antiguos ibarreños aun existentes. Entre otras estas fueron sus industrias y emprendimientos:
Trajo a Ibarra en 1915 el primer vehículo motorizado, instalando además el servicio público de transporte a nivel local y provincial. Instaló la primera fábrica de aguas gaseosas, “Las Granadinas”. La primera fábrica de cervezas denominada “Champion”. El primer hotel llamado “el Panamericano”. La primera fábrica de licores de nombre “El Gloria”. La primera industria avícola. La primera industria panificadora. Las primeras lanchas a motor en el lago Yahuarcocha. La primera instalación de luz eléctrica que dio origen al encendido del primer foco. La primera fábrica de tejidos de lana. La primera hostería denominada “el campo y la ciudad”. La primera proyección e instalación de cine. La primera agencia de cambios de moneda extranjera.
Hoy que nuestro país requiere de emprendimientos y de desarrollo industrial, es oportuno rememorar la gran valía de este ilustre visionario, que en su tiempo fue pionero del emprendimiento y auténtico propulsor de la industria ibarreña e imbabureña quien, sin ninguna ayuda estatal, creó riqueza y dio trabajo a sus congéneres.