La iniciativa de los Certificados de Abono Tributario, los llamados CAT, no fue del sector privado ecuatoriano exportador, sino del oficialismo y no de ahora sino de hace algún tiempo cuando corrían peligro las preferencias arancelarias con los Estados Unidos y, dicho sea de paso, sin éxito en ese entonces.
Hago esta aclaración a fin de que la ciudadanía no vaya a creer que los exportadores ecuatorianos están esperando un subsidio estatal, pues ha quedado muy claro que el sector exportador y un gran porcentaje de la ciudadanía preferiría tener acuerdos comerciales de largo plazo, como los tienen nuestros competidores, a fin de que los exportadores compitamos con nuestras propias capacidades emprendedoras, sin necesidad de ayudas oficiales como los CAT cuyos recursos pueden ser utilizados para cubrir otras necesidades de la sociedad.
Lamentablemente, las exportaciones ecuatorianas al ingresar pagando aranceles al mercado norteamericano pierden competitividad, como ya se vio con las flores en Canadá o con las alcachofas enlatadas, versus sus competidores colombianos, peruanos o centro americanos debido a decisiones de política pública y no de los exportadores.