El cierre de la vía Calacalí-Los Bancos ya no es novedad por los continuos deslizamientos de tierra, árboles y rocas que caen a la carretera, 12 años de mantenimiento y propaganda permanente no han sido suficientes para hacer un trabajo serio que de seguridad a la ciudadanía que utiliza la vía para comercializar sus productos agrícolas y ganaderos así como desarrollar el turismo de una hermosa zona del noroccidente de Pichincha, vacaciones, feriados y fines de semana no son la excepción, baches (huecos) cunetas y parches aparecen a lo largo de la vía “recientemente asfaltada”.
En Semana Santa muchos centros turísticos, hoteles, hosterías y restaurantes sufrieron grandes pérdidas por la cancelación de las reservaciones, los famosos “derrumbes” este fin de semana se volvieron a repetir, los kilómetros 36, 46 y 48 son los que más sufren el invierno, los técnicos aconsejan hacer estudios de suelos, terrazas y rediseñar la curva del kilómetro 41 donde constantemente se producen volcamientos.
¿Es que 12 años de administración son muy pocos para no darse cuenta de esta deficiencia? En el último operativo del plan cero accidentes en que la vía permaneció cerrada por 3 días en una emisora una funcionaria del Gobierno de Pichincha decía que el invierno les ha jugado una mala pasada, pero que contaban con ambulancias y personal médico, ¿es que se espera tener una desgracia de grandes proporciones? No culpemos a la naturaleza por la ineficiencia de quienes tienen obligaciones, la provincia se encuentra abandonada .