Los numerosos líderes de la oposición al mandatario Rafael Correa cada más se van complicando más y más sin poder encontrar un entendimiento que permita coincidir en un sólo personaje que pudiera superar al poderoso candidato Correa, que hoy más que nunca está en su mejor momento para derrotar a los incontrolables opositores que se imaginan que así podrán obtener la voluntad mayoritaria de un pueblo, cada vez más confundido y desorientado para poder decidir su voto en las cercanas elecciones presidenciables. Es inconcebible que no haya una elemental reflexión para superar este evidente peligro de ser derrotados una vez más y para siempre, por esta absurda campaña en su contra. Antes que a favor. Pero, en fin, esperemos lo peor.