El 2016 es un año de intensa campaña electoral, aunque no está autorizada, pero las frutas ya empiezan a moverse. Me parece interesante que comiencen los diferentes grupos a presentar propuestas o llamados planes de Gobierno, los que servirán para que la población tome sus decisiones. Pero tenemos un presidente que se ha convertido en jefe de campaña del candidato de Alianza País. Sería necesario que el presidente Correa se dedique a conducir a un país que no tiene conducción. Hasta que el petróleo mantuvo precios altos, conducir al país fue fácil; hoy, cuando el petróleo mantiene precios bajos, luego de acostumbrarse al despilfarro, al gasto infructuoso, se le hace difícil gobernar un país. No hay dinero para satisfacer las más elementales necesidades, como sueldos, compromisos de pago por obras realizadas, asignaciones de recursos. A esta situación tiene que enfrentarse el próximo presidente. Entonces, quiero escuchar -y el pueblo también- las propuestas que presentan para gobernar sin ingresos petroleros, “ahí les quiero ver”. Se necesita tener planes creativos y nuevos, sin acudir a créditos externos, olvidándose de las cartas de intención. Los candidatos deben estar rodeados de asesores, no políticos, sino técnicos y sobre todo patriotas, de gente preparada.