Hay múltiples formas de razonar un voto para lograr la elección correcta, entre los candidatos participantes a una dignidad, con mayor razón, si se trata a la Presidencia de la República; comenzando por despojarnos de actitudes emotivas, que puedan hacernos tener una posición equivocada de las cualidades que cada uno tiene en su vida pública yprivada, de sus éxitos conseguidos a través de su honradez y esfuerzo, las que influirán en las decisiones que se tomen, al ser presidente. Influye también quienes rodean al candidato, si estas personas son honorables, sino tienen juicios pendientes y si, cuando han estado en el poder no han abusado de su cargo, si su comportamiento ha sido en beneficio de la comunidad o suyo propio, valiéndose de trampas legales en la obtención de jugosos contratos a su nombre, que más tarde se verían en obras mal hechas por el contubernio entre autoridades y empresas, a más del perjuicio económico al Estado.
Observar si los programas de gobierno ofrecidos, están hechos a la realidad del país y no como los presentados en el correato, en donde las ofertas de Odebrecht y otras multinacionales chinas, fueron el plan de obras, que se ejecutaron inmediatamente al asumir el poder, teniendo hoy, como resultado un endeudamiento que en vez de ser un beneficio al país ha empobrecido a más del 50% del pueblo ecuatoriano. La falta de respeto a la Ley, nos ha traído el avance del tráfico de droga, con las consecuencias del sicariato que siembran el terror en todas las provincias. Un candidato sensato hará respetar la seguridad, entre otras políticas.
La visión que se debe reconocer en los candidatos es la de buscar soluciones de igualdad social, a través de planes estructurados, ajustando en las zonas frágiles necesidades de seguridad, educación, salud y vivienda, respetando las diferencias de sus cualidades innatas, adquiridas y profesionales, todas ellas dentro de la libertad que garantiza el libre albedrío, decisiones e ideales de vida en pro y beneficio personal, que deriva en el de la comunidad.